A propósito de… un despropósito

Si la Atención Primaria ha dejado de ser la puerta de entrada del Sistema Público de Salud para convertirse en uno de los ejes claves del mismo, no lo demuestra el ‘pseudoacuerdo’ realizado entre el Sescam y un sindicato, el cual se ha efectuado entre bastidores y fuera de la mesa sectorial y, además, con una aportación nula. Asimismo, recordemos que no solo el colectivo médico compone la Atención Primaria, ya que está formada por diferentes categorías profesionales, siendo todos ellos olvidados en dicho ‘pseudoacuerdo’.

Un ‘pseudoacuerdo’ para Primaria que obvia colectivos

La autogestión de agendas de pacientes en Atención Primaria es algo que se ha hecho desde siempre, ya que cada profesional médico la adapta a las necesidades y particularidades de su cupo, tanto al número de pacientes como al tiempo que dedica a cada uno de ellos y que por supuesto queda muy lejos de lo reivindicado de 10 minutos por paciente y no más de 35 pacientes por agenda y día, que sería lo ideal para poder atenderlos con un mínimo de garantía.

Por otro lado, si nos centramos en el objetivo de establecer cupos no superiores a 1.750 tarjetas por médico de familia y 1.250 para pediatría de Atención Primaria, nos encontramos una gran diferencia entre estas y las recomendaciones de las sociedades de Atención Primaria. Estas fijan como objetivo idóneo para una buena calidad asistencial no superar las 1.500 tarjetas para Medicina Familiar y Comunitaria y 1.000 para Pediatría.

La letra pequeña de los PAC

Asimismo, en dicho ‘pseudoacuerdo’, también se habla de analizar en los Puntos de Atención Continuada (PAC) que sufran una presión asistencial urgente elevada la necesidad de ampliar el horario del mismo al turno de mañana.

Esto también se viene haciendo desde hace algún tiempo. Sirva como ejemplo en el Área de Salud de Albacete la GAI de Almansa, con resultados inciertos porque lo que en principio se gestiona como voluntario, cuando deja de serlo, se convierte en obligatorio y rotatorio. Con la paradoja además de que el personal médico que asume dicha actividad (personal del propio centro de salud, ya que por todos es conocida la dificultad de encontrar personal temporal que lo asuma, sobre todo en los tiempos que corren) tiene que abandonar su consulta y a sus pacientes. Esto repercute al final en otros miembros del equipo, los cuales deben asumir esa sobrecarga de trabajo y, probablemente, también para el propio profesional. Y es que al día siguiente le corresponderá lo de ese día y lo que quedó pendiente del día anterior por atender al PAC por la mañana.

¿Incremento de recursos?

Llama la atención de que se haga mención al incremento de recursos -supuestamente humanos-, si fuera necesario para atender esta ampliación de horario de los PAC, puesto que, en la actualidad, las coberturas de las ausencias, sobre todo en los Médicos de Familia, suponen una gran dificultad, ya que existe un déficit importante de estos profesionales. La protección al talento, lamentablemente, sigue dejando mucho que desear en Castilla-La Mancha y un porcentaje importante de facultativos prefiere ejercer su profesión en otras comunidades u otros países, donde son mejor valorados y remunerados.

En cuanto a la subida del 50 al 75% de los periodos vacacionales, permisos y ausencias reglamentarias de los EAP pactados, resulta a todas luces muy insuficiente. Es un copia pega de lo que ya se ha estado haciendo tiempo atrás con una leve subida que es insultante e irrisoria, quedándose todavía en el rango del ‘mal pago’.

No se concreta nada

Respecto a los temas de revisión de itinerancia, desburocratizaciones, seguridad y salud laboral no se concreta nada. Es todo muy superficial y difuso, quedando solo en una declaración de intenciones con fines electorales y propagandísticos, sin posibilidad de materialización real.

¡Por favor, no vendamos humo!

En definitiva, un acuerdo con poco contenido que nada subsana. No acomete, ni por asomo, los graves problemas de la Atención Primaria de Castilla- La Mancha. Su única finalidad, como siempre, es publicitarse ambas partes de cara a unas elecciones que están a la vuelta de la esquina.

¡Por favor, no vendamos humo!

Valoremos y cuidemos a nuestros profesionales, a la Atención Primaria y seamos serios. Nos estamos jugando mucho.