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Habitación de hospital.
El sueño implica un tercio del ciclo vital, como mínimo, y por eso el Complejo Hospitalario Universitario de Albacete cuenta con su Unidad del Sueño, dependiente de Neumología, por la que acaba de pasar el paciente 10.000. El problema radica en que esta unidad sólo puede solucionar las cuestiones referentes al trastorno conocido como apnea, es decir, los problemas respiratorios durante la noche.
El número de albaceteños que no descansa es, por tanto, incalculable y las causas, interminables. La obesidad en la edad adulta puede degenerar en apnea y ésta en riesgo cardiovascular, pero el quid de la cuestión no está sólo en dormir y no descansar sino en no poder conciliar el sueño de ninguna de las maneras. La primera situación la debe abordar el neumólogo y la segunda es para Salud Mental.
Dormir entre cuatro y diez horas -la necesidad depende de la persona- es uno de los ingredientes básicos para alcanzar la felicidad. La falta de sueño, ya sea por causas físicas, neurológicas o psicológicas, limita la calidad de vida hasta un punto que sólo puede comprender quien la sufre. No dormir lo suficiente implica somnolencia, estar menos alerta, convertirse en un peligro al volante o en el trabajo, sentirse irritado e, incluso, desganado y depresivo.
La falta de sueño está detrás de la cuarta parte de los accidentes de tráfico
Para dormir bien, es imprescindible seguir una disciplina. Primero, hay que garantizar que el sujeto esté en la cama el número de horas suficientes y durante la noche. El sueño diurno nunca será equivalente al nocturno. También se aconseja una cena ligera, como mínimo, dos horas antes de irse a dormir. Quien tenga problemas para conciliar el sueño, debe evitar actividades que requieran mucha atención en los minutos previos, como estudiar, poner un videojuego o hacer deporte. Es imprescindible respetar una rutina, así como renunciar a excitantes como el té, el tabaco o el café y dormir totalmente a oscuras y sin televisión.
Aparato que abre las vías respiratorias.
El insomnio es un problema que afecta a más de un 8% de la población a cualquier edad, mientras que la apnea es otro trastorno que se presenta en más del 3% de la población adulta y en una mujer por cada tres hombres.
Cuando un paciente llega a la Unidad del Sueño del Hospital General Universitario se le somete a un estudio completo de sus parámetros respiratorios y neurológicos. Para ello, el enfermo se puede quedar a dormir en el Hospital o se puede marchar a su casa con un aparato que grabará su respiración durante la noche. Si se confirma la apnea y se trata de una persona obesa, se intentará que adelgace porque está confirmado que la pérdida de peso transforma esta enfermedad en reversible. Si se trata de un caso severo y crónico, como la mayoría, el paciente tendrá que regresar a su casa y dormir de por vida con una mascarilla o con una prótesis mandibular para aumentar el calibre de la vía aérea durante el sueño. En estos momentos, hay cerca de 7.000 mascarillas prescritas en la provincia de Albacete.
No hay que olvidar que la apnea no tiene nada que ver con la dificultad para conciliar el sueño. De hecho, el enfermo tipo es el que se va durmiendo por todos los rincones después de pasar sus ocho o diez horas en la cama. Y es que duerme, pero a trompicones debido a sus problemas respiratorios. Es típico de este paciente que ronde el medio siglo de edad, tenga sobrepeso y llegue al médico acompañado de su pareja, a la que atormentará con insufribles ronquidos.
El equipo de la Unidad del Sueño, encabezado por el doctor Coloma, con el paciente número 10.000. Fotografía: CHUA
El problema de esta enfermedad no es sólo la falta de descanso, muy peligrosa en trabajos de riesgo o conduciendo, sino que además se trata de un factor de riesgo cardiovascular.
Se piensa que la falta de sueño está detrás de la cuarta parte de los accidentes de tráfico, ya que está directamente relacionada con los déficit de atención. El lado positivo de esta enfermedad está en que, una vez diagnosticada, tiene un sencillo tratamiento que funciona en la mayoría de los casos. Eso sí, el aparato con el que tiene que dormir el paciente no resulta nada cómodo.
La Unidad del Sueño de Albacete, coordinada por el neumólogo Ramón Coloma, recibió la acreditación de Unidad Multidisciplinar de la Sociedad Española de Patología Respiratoria en 2012 y acaba de ser reacreditada como Unidad Respiratoria en 2015. Está compuesta por tres médicos y dos técnicos encargados de la realización de los estudios y del análisis preliminar de los mismos, las auxiliares de clínica, Llanos Massó y Marisol Vizcaíno.
