• Con Rafael Nadal se me agotan los adjetivos

    El Autor

    Francisco Martín Ros

    Médico de Atención Primaria

    Se me han terminado los adjetivos calificativos. Ya no me quedan. Tengo que reinventarme: lo de Rafael Nadal frente al norteamericano Fritz es sencillamente ‘acojonante’.

    ‘In extremis’

    Ha jugado con dolor en su musculatura abdominal los últimos dos set. Ha tenido enfrente a un tenista muy joven, muy serio y excelente sacador. Ha remontado “in extremis” el partido, como hizo su coetáneo Djokovic. Los dos, español y serbio, son personas mayores con arrugas y canas. Pero son incombustibles y su sola presencia intimida.

    El viernes juegan las semifinales por separado. Ojalá el destino los haga coincidir en la final del domingo. Para verla de pie por puro reconocimiento.

    Carlitos Alcaraz

    Y lo de Carlitos Alcaraz, días antes, fue otra exhibición. Oscar Otte lo sufrió en sus propias carnes. Avasallado por el murciano desde el primer juego del primer set, no pudo el alemán encontrar su juego en ningún momento. Si en primera y segunda rondas nos sorprendió Alcaraz con su servicio -numerosos “aces” lo atestiguan-, ahora nos ha enseñado como debe restarse ante un magnífico sacador. Desactivó el mejor golpe del teutón nada más iniciarse el encuentro.

    A los que nos gustan los distintos deportes -algunos de los cuales hemos practicado en otros tiempos no tan lejanos-, se nos van acabando los eventos. Si miramos el calendario y exceptuamos la Fórmula 1, solo nos quedan el ciclismo en territorio galo y el tenis sobre hierba.

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