• Raquel Galán, la médico que podrá elegir Pediatría

    Raquel Galán será, con toda probabilidad, la mejor de la Facultad de Medicina de Albacete. Los resultados provisionales del temido examen de Médico Interno Residente (MIR) le dan el puesto 98 entre más de 15.000 aspirantes. No tendrá problema ni para elegir especialidad, quiere ser pediatra, ni para elegir el destino, que será un hospital de la costa. Sin embargo, reconoce que este sistema mina muchas vocaciones.

    Raquel Galán
    Raquel, el día de la graduación.

    Buena estudiante, de lo contrario no habría entrado en la Facultad de Medicina de Albacete, Raquel Galán estuvo apunto de elegir Enfermería, como su madre y su hermana, pero las salidas laborales le llevaron a tomar una decisión de la que cada día se alegra más. Sin embargo, esta semana ha respirado al ver que además de aprobar el MIR ha quedado entre los cien primeros, lo que le permitirá especializarse en lo que quiere, Pediatría.

    Tenía que situarse entre los 3.500 primeros para alcanzar Pediatría, y ha conseguido el número 98

    Y es que se presentó al examen sabiendo que la mitad de los médicos se quedarían sin plaza. Es más, tenía claro que si no se situaba entre los 3.500 primeros Pediatría sería una quimera.

    Raquel Galán
    Raquel, con sus compañeros, el día de “la fiesta de las batas“.

    Aún le ronda una pregunta del examen MIR -ese que decide todo un futuro en 225 preguntas- de la que desconoce la respuesta. Detrás de su resultado, como le ocurre a sus compañeros, hay mucho esfuerzo, pero cree que la suerte y los nervios también son decisivos.

    Raquel Galán se ha formado en una facultad de clases muy reducidas, donde considera que ha sido un privilegio que todos los alumnos se hayan ayudado durante seis años. Además, se preparó el MIR en Oviedo (Asturias) con más de una decena de compañeros de Albacete, sentándose, codo con codo, con el MIR número 1. Hoy atribuye el éxito de su examen al apoyo de sus compañeros.

    Raquel Galán

    Los simulacros le daban buenos resultados, pero aún le cuesta creer que sea la número 98 entre más de 15.000 aspirantes, que pueda elegir la especialidad y el hospital.

    La doctora Galán disfruta ahora de los tres únicos meses de vacaciones que tendrá en toda su vida como médico. En abril elegirá hospital y en mayo será residente de Pediatría. Siete años de esfuerzo le han llevado a la meta.

    Hay que tener en cuenta que la vocación no es suficiente para alcanzar el destino en Medicina. Entrar en la facultad puede ser cuestión de décimas aunque el esfuerzo haya sido titánico en Bachillerato; graduarse es una montaña rusa de prácticas y exámenes. Y después de siete años, el examen MIR, la llave para la especialidad, es una auténtica lotería.

    2 comentarios

    1. Considero la frase final de vuestro artículo (“el examen MIR, la llave para la especialidad, es una auténtica lotería”) una tremenda falta de respeto hacia la médico protagonista de la noticia. Os aseguro que ni ella, ni los muchos otros médicos que acceden cada año a la especialización por la vía MIR, lo hacen “por suerte”, sino porque demuestran sus amplios conocimientos en un examen exhaustivo y de larga duración, que ha demostrado su consistencia como método de evaluación a lo largo de los años. Espero que la retireis. Un saludo.

      • Cristina, no te ofendas, pero yo lo veo desde otro punto de vista no relacionado con el azar, sino con la fortuna, la dicha. Habla de su esfuerzo titánico y del de tantos otros que consiguen su gratificación tras el bachillerato, prácticas, exámenes y siete años de estudio y superar el examen de MIR, conseguir “el premio” (el gordo), la compensación, la gratificación final a toda esa lucha. Un saludo

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