• Reivindican el papel de la Psicología en Atención Primaria

    En 2011 se estableció en España el 12 de abril como el “Día Nacional de Atención Primaria”, con el objetivo de ser el eje fundamental del Sistema Nacional de Salud, capaz de mejorar la eficiencia del mismo así como garantizar su sostenibilidad. Por ese motivo, el Colegio Oficial de la Psicología de Castilla-La Mancha quiere enfatizar la aportación de los profesionales de la Psicología a la asistencia sanitaria de la población. Y destacar particularmente su labor en actividades prioritarias como el mantenimiento de la salud mental de la ciudadanía.

    Reivindican el papel de la Psicología en Atención Primaria

    Desde el COPCLM se ha venido poniendo de manifiesto la importancia de la presencia de la Psicología en Atención Primaria, así como también se ha venido realizando un llamamiento a las administraciones para reivindicar el papel de los profesionales de la Psicología dentro de la Atención Primaria y en la prevención de la salud psicológica. Ello con el objetivo de lograr una mayor prevención de la salud emocional de la población.

    La atención precoz e inmediata hace que no se cronifiquen los problemas debidos a situaciones de la vida cotidiana y que no se patologicen, que no se medicalicen, que se intervenga de forma precoz y así conseguir un alto porcentaje de población que lo resuelva con técnicas psicológicas básicas y no tengan que acudir a otros dispositivos.

    El COPCLM quiere hacer hincapié en la necesidad de que las administraciones presten atención a la salud psicológica. Y tengan la previsión necesaria para que en los meses futuros se refuercen los sistemas de atención sanitaria.

    Proyecto PsicAP

    El proyecto PsicAP  ha sido una de las iniciativas más importantes para evaluar la eficacia de los tratamientos psicológicos transdiagnósticos para los trastornos emocionales en Atención Primaria en España.

    Este proyecto, en el que participó el Colegio Oficial de la Psicología de Castilla-La Mancha aportando muestra de pacientes, se trata de un ensayo clínico multicéntrico aleatorizado impulsado inicialmente por Psicofundación. Su objetivo era demostrar que el tratamiento psicológico basado en la evidencia es más eficaz que el tratamiento habitual de Atención Primaria, fundamentalmente farmacológico.

    Los resultados del ensayo PsicAP han sido publicados recientemente. Muestran que la TD-CBT más TAU fue muy eficaz para reducir los síntomas y mejorar tanto la calidad de vida como el funcionamiento. Más de 300 pacientes fueron tratados en ambos grupos, con datos del seguimiento a los 12 meses disponibles para casi 200 en cada grupo.

    Otros datos a tener en cuenta

    Los estudios realizados por la publicación digital sciencedirect.com indican que en torno al 25-55% de la demanda total de las consultas de AP responden a la presencia de un trastorno mental, de los cuales el 80% serían leves o moderados, en forma de estados depresivos o de ansiedad. De toda esta demanda, solo se deriva a Salud Mental el 10% de los casos, recayendo el seguimiento del 90% restante en los servicios de Atención Primaria. A pesar de la baja tasa de derivación, los servicios de salud mental están saturados con la actual demanda asistencial.

    Un problema en aumento

    Las tasas de prevalencia de los trastornos mentales leves están aumentando significativamente en los últimos años. Se ha evidenciado que la crisis económica ha supuesto un factor de riesgo para la salud mental. Asimismo, a nivel social parece que va creciendo el interés por el cuidado de la salud mental. La necesidad de incorporar psicólogos clínicos en los centros de AP, en cuanto a optimización de la atención que se presta a los usuarios de estos servicios así como por su rentabilidad demostrada, ha ido adquiriendo un amplio reconocimiento en nuestra sociedad.

    3 comentarios

    1. Isidoro Jiménez Rodríguez

      OTRO PUNTO DE VISTA.
      La Atención Primaria se creó con la finalidad de promocionar la salud y prevenir la enfermedad. Algo que pasados los años vemos que no se cumple, dada la obsesión galénica de pretender que este ámbito asistencial se dedique primordialmente a actuaciones curativas, para las cuales existen otros recursos asistenciales, como hospitales y ambulatorios.
      Uno de los cometidos de cuidar, es velar por que las personas no enfermen o gocen del mayor grado posible de salud. Aspectos, estos, que encajan perfectamente con la finalidad de la Atención Primaria. Es más, la Ley General de Sanidad de 1986 (Tít. I, Cap. I, art. 3), extiende este fin al conjunto de la sanidad: “Los medios y actuaciones del sistema sanitario estarán orientados prioritariamente a la promoción de la salud y a la prevención de las enfermedades”.
      Sin pretender polemizar en torno a si Psicología es, o no, una profesión sanitaria, me remito a la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias, donde no aparece en absoluto tal profesión.
      En el ámbito de la salud mental resulta muy difícil establecer los límites que establecen los límites de la normalidad o lo anormal. Y por ello, resulta sumamente fácil medicalizar (psiquiatralizar), o psicologizar. ¡Todo lo malo se aprende rápido!.

      ¿PSIQUIATRALIZAR O PSICOLOGIZAR? NO, GRACIAS.
      Estamos viendo las funestas consecuencias de la brutal medicalización de nuestra sanidad. Los recursos y medios clínicos se utilizan sin ningún tipo de control o pertinencia por parte de los galenos. Esto no es exclusivo de un área asistencial, sino algo genérico de nuestra sanidad. En muchas ocasiones, para lo que se arreglaría con una única consulta, son necesarias hasta cinco o seis. Crear listas de espera y retrasos asistenciales, en no pocas ocasiones, de forma artificial, sirve para prestigiar y hacerse notarias a las especialidades médicas. Sirva de ejemplo, entre las innumerables especialidades mediquiles, el caso de dermatólogos o anestesistas. O el gran disparate que supone la coexistencia de especialistas en urología y nefrología.
      Cuando hace algunos años, ante el fracaso e involución de la Psiquiatría, empezaron a integrarse psicólogos en este área, propuse al consejero de entonces -no recuerdo la ralea política a que pertenecía-, que por cada psicólogo que se incorporase, se eliminara un psiquiatra de ese dispositivo asistencial. Ni unos, ni otros han conseguido avanzar en la mejora de la salud mental de la población. Eso si, si antes había listas de espera en Psiquiatría, ahora estas, aún más aumentadas, conviven con las esperas para ser atendido por un psicólogo. Estos últimos han aprendido que sin listas de espera, en nuestra sanidad no se es nadie. Menos mal que el resto de personal de estas unidades no se mueve por ese afán crematístico, puesto que si fuera así, las unidades de salud mental colapsarían en cuestión, no de días, sino de minutos.
      Veo a la Psicología como una profesión para-médica a la que pueden recurrir los profesionales sanitarios, como médicos o enfermeras, para solventar algunos problemas de salud mental de sus pacientes. Lo de autodenominarse “facultativos” algunos psicólogos, supone que han alcanzado un nivel de soberbia y despotismo similar al de muchos médicos ¡Enhorabuena!
      Como en el caso expuesto anteriormente, sigo pensando que si se incorporan psicólogos a la Atención Primaria, algo difícil de entender, sea a costa de reducir los médicos existentes en dicho ámbito asistencial. De lo contrario, tendremos dos listas de espera y demoras, en lugar de una.

      UN LUGAR PARA EL PSICÓLOGO/A.
      Me parece bien que todo joven estudie aquello que le satisfaga y agrade, pero también debe ser consciente de sus posibilidades de tener un empleo tras su paso por la universidad. Resulta de una insensatez desmesurada que en España se gradúen un número de farmacéuticos u odontólogos suficientes, no solo para cubrir las necesidades de nuestro país, sino de toda Europa. Ello nos supone un gasto innecesario para la sociedad. No refiero las desmesuradas graduaciones en Psicología, pues no pretendo enojar.
      La tan cacareada falta de médicos en nuestro país no deja de ser otra cruel falacia. Organismos internacionales, como la OCDE nos recuerdan que nuestra ratio de galenos se encuentra entre las primeras de sus estados miembros. Pero esto no interesa que lo conozca la sociedad española, pues las algaradas callejeras que montan los galenos no gozarían del apoyo de algunos ciudadanos.
      Nuestra sociedad avanza, y con ello, también varían las necesidades de profesiones sanitarias. A modo de ejemplo, en el medievo, los algebristas, constituyeron un colectivo importante, contando con un tribunal específico para poder ejercer. Esto también sucedía con sangradores o médicos.
      Alabo la labor del psicólogo en cuanto a evitar un pastillerismo incontrolado en la salud mental, promovido por tanto desalmado psiquiatra. Estos últimos ofrecen, con gran frecuencia, tratamientos infinitos, con no pocos efectos secundarios; perpetuas consultas médicas periódicas; frecuentes reingresos hospitalarios; programas de deshabituación con metadona que se prolongan años y años…
      Pero no hay que equivocarse, las personas nos hemos desarrollado a lo largo de los distintos periodos de la humanidad. Hemos aprendido a solventar nuestras contrariedades y la mayor parte de adversidades anímicas y espirituales, apoyándonos en el consuelo de nuestros familiares y amigos. Psicologizar es tan nefasto e inhumano como medicalizar. Mejor dicho, en el ámbito tratado, psiquiatralizar.
      No veo adecuado integrar a psicólogos en los equipos de emergencias, pues todos sabemos que la muerte, nuestra, de alguien de nuestro entorno, o de un grupo humano, es algo para lo que debemos estar preparados. Psicologizar a la sociedad es insensato y solo obedece a intereses corporativos. A un exceso de profesionales que desbordan la demanda real y necesaria de los mismos.

      UN POCO DE SENSATEZ.
      Debemos repasar y reflexionar sobre nuestro pasado sanitario, intentando evitar los errores, acciones y circunstancias que nos han resultado perjudiciales para los intereses de la salud ciudadana. Haber llegado a la situación de inviabilidad de nuestro sistema sanitario por un uso incorrecto de medios y recursos, resulta inadmisible.
      La existencia de titulaciones sanitarias desbordadas de alumnos, y consiguiente exceso de titulaciones, no debe ser el motivo que sirva de orientación para la creación de empleo sanitario. Este último debe orientarse a las necesidades reales asistenciales. A modo de ejemplo, pretender cubrir las necesidades asistenciales motivadas por el envejecimiento poblacional o la cronificación de las enfermedades, con médicos, psicólogos, farmacéuticos, o similares, resulta un manifiesto disparate. Supone una utilización inadecuada de los fondos públicos. Un canallesco fraude a los intereses ciudadanos.
      Los estudios interesados pueden demostrar todos los objetivos que pretendamos o persigamos. Me refiero al ensayo PsicAP o la publicación en sciencedirect.com señalados. En este mercantil mundo sanitario hasta pueden comprarse premios, en un mercado inmoral. Incluso para enmascarar el garrafal despropósito que supone nuestro nuevo hospital universitario de Toledo. Por si no lo saben un par de caraduras, hace unos meses recogieron un premio por la humanización del referido hospital ¡Cuánto impresentable anda suelto! Y lo más triste, “gestionando” nuestra sanidad.
      Medicalizar o psicologizar es sumamente fácil. Es tan sencillo como colgar etiquetas de enfermedad a síntomas o circunstancias, que no son enfermedades reales (síndrome post-vacacional; depresiones leves y normales; la infelicidad; la soledad; el aislamiento social…)
      Imitando prácticas médicas no apropiadas y corporativistas, los psicólogos puede que consigan crear necesidades no reales e innecesarias, o artificiales listas de espera. Pero imitando al trasnochado corporativismo médico, a la larga, estarán destruyendo las bases y la credibilidad de su profesión.
      Isidoro Jiménez Rodríguez.

    2. 1) La sociedad demanda (y necesita) a gritos que la Salud Mental sea tratada por los profesionales competentes. Más del 50% de cefaleas crónicas y muchos otros problemas de salud que vemos los médicos que tanto vd. detesta en AP esconden debajo un sd ansios-depresivo. La opción IDEAL es abordaje PSICOLOGICO con o sin medicación concomitante, según el caso; pero hasta entonces, prefiero como médico que mi paciente deje de estar llorando todo el día, sin ganas de salir de la cama, sin poder dormir; entre otras muchas desgracias, dándole una medicación (o dos), para ir ayudándole a salir de este bucle infernal hasta que reciba atención psicológica QUE ABORDE LA RAIZ DE SU PROBLEMA DE SALUD MENTAL Y NO PARCHEE como YO COMO MEDICO DE AP tengo que hacer por ETICA y por EMPATIA HUMANA.
      Una consulta psicológica de calidad debe tener una duración no inferior a una hora, para empezar.
      OJALA llegue el día en que cada centro de AP goce de un profesional psicólogo en sus filas de equipo, pues la sociedad lo NECESITA como el comer o el dormir. La primera causa de muerte en población de 15 a 35 años ES EL SUICIDIO.,Por mencionar algún dato relevante…

      2) Si odiara un poco menos a los médicos, viviría más tranquilo. Tanto odio no es bueno.

      Un saludo cordial señor Isidoro de un médico de AP.

    3. Isidoro Jiménez Rodríguez

      La ignorancia es muy atrevida. (Respuesta a Juan Saez).
      Opino que para hablar sobre algún ámbito sanitario hay que conocer los recursos asistenciales y percatarse del funcionamiento de los mismos. Ni siquiera el cursar un disparatado e irracional grado de seis años de duración constituye un pasaporte para lanzar una opinión interesada, sin objetividad alguna.
      A lo expresado en mi primer comentario a esta noticia, añadiré que en un porcentaje importante de los problemas que atiende la salud mental, responden a una problemática de índole social. Siendo estas circunstancias familiares, laborales, sociales, etc., el origen que provoca el desequilibrio personal que desencadena la actuación profesional de un sanitario. Sucede que estos pueden actuar, en muchos casos, solo para paliar uno o varios síntomas fisiológicos o anímicos. No me gusta el término “psicológico”, por considerar que este no engloba los aspectos anímico, interior, espiritual y otros del paciente.
      Creo que cualquiera puede entender, aún sin haber cursado un irracional e imprudente grado de 6 años, que si no se actúa sobre esas raíces sociales del entorno del paciente, siempre se van a tratar o cuidar aspectos relacionados con síntomas o manifestaciones, pero nunca la causa que desencadena los mismos.
      Muchos galenos se limitan a poner etiquetas a las enfermedades, y lo que es peor, a síntomas, considerándolos enfermedades. Y así esta la psiquiatría. Un ámbito totalmente estancado que ha sido incapaz de avanzar en las últimas décadas.
      Los psicólogos, visto lo visto, no dudan en seguir los pasos mediquillas. Etiquetar resulta muy fácil, y crear listas de espera y demoras asistenciales, en nuestra corrupta sanidad, todavía más. Pero unos y otros ignoran que existe otra figura facultativa, a los psicólogos, reitero, no se les puede considerar como tales que con un poco de sentido común, y al estar alejada de las codicias crematísticas de los anteriores, tiene mucho que aportar: enfermera especialista en salud mental.
      Y claro que hay que actuar contra el suicidio, la depresión o la ansiedad. Pero en no pocos casos, sin solucionar la causa u origen, solo vamos a pastillear o psicologizar, sin ton, ni son.
      Hace usted también insinuaciones hacia mi persona que demuestran su desbordante fantasía, aparte de una carencia educativa. Le reitero que su desacertado e imprudente grado de 6 años, no le autorizan para faltar el respeto. Siento comunicarle que soy muy feliz y me siento muy apreciado por el resto de personas que me rodean. Intento no odiar a nadie, así como perseguir lo que juzgo que es verdadero y acorde a la realidad.
      En todo caso, le aseguro, yo no empleo mi tiempo de trabajo en cuestiones personales que no justifican mi salario.

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