• Relevo en la Hermandad de Donantes de Sangre

    Mari Carmen de Huéscar deja el testigo al frente de la Hermandad de Donantes de Sangre de Albacete al enfermero Jesús Igualada. Presidenta durante más de 30 años, seguirá colaborando, como hasta ahora, de forma altruista, como vicepresidenta. El 1 de abril de 1971 nacía la Hermandad de Donantes de Albacete. 

    Aquello empezó a rodar con dos médicos principiantes, los doctores Mariano Espinosa y Antonio Martínez, y los empleados de banca Carlos Morales (tesorero), Ángel Alcaide (secretario general), Miguel Muñoz (vicepresidente) y Blas González (presidente). Un joven Jesús Igualada, con sólo 14 años, se hizo cargo de la Sección Juvenil. Ahora, será el presidente.

    De Huéscar forma parte de la sección Protagonistas de Diario Sanitario:

    La señora de las 300 vidas

    Esta señora de 84 años habrá salvado más de 300 vidas. Aparentemente, es una anciana normal, sin embargo, Albacete siempre estará en deuda con ella y con el equipo que encabeza. De mirada dulce, tiene las goteras propias de la edad, pero no se jubila del voluntariado porque la Hermandad de Donantes de Sangre es su vida. Su historia con esta asociación, que ha presidido durante décadas y la mantiene al pie del cañón aunque sea ya octogenaria, empezó un 18 de marzo de 1971.

    Mari Carmen de Huéscar

    Mari Carmen de Huéscar aún recuerda cuando su marido, Juan Herrero, llegó a casa y le dijo que un compañero del Banco Central buscaba donantes de sangre porque había numerosas urgencias que no se podían solventar. Era la época en la que las donaciones se pagaban, pero Blas González, aquel trabajador de la banca, ya estaba gestando el cambio.

    Tanto Igualada como De Huéscar contribuyeron a que la sangre fuese gratuita

    Igualada, el primero a la izquierda.

    Mari Carmen, su cuñada y su marido acudieron a aquella llamada. El 18 de marzo de 1971 donaron sangre por primera vez en la vieja Residencia, hoy Hospital Perpetuo Socorro. Desde entonces, no faltaron a sus cuatro citas anuales. Un año después, en abril de 1972, nacía la Hermandad de Donantes de Sangre y cientos de albaceteños, como Mari Carmen, se unían a un gesto altruista que salvaba vidas sin que nadie tuviera que pagar por ello, sin que muriesen pacientes en la mesa de operaciones a la espera de una transfusión.

    Mari Carmen donó hasta los 65 años. Sufrió una hemorragia digestiva que le obligó a retirarse, pero, hasta entonces, había donado en 115 ocasiones, contribuyendo con ello a intentar salvar más de 300 vidas. Pero ésta es la parte de su historia que menos se conoce, como el hecho de que, con 29 años, donó un riñón a su hermano, que después viviría más de seis décadas con aquella donación. Tuvo que viajar a París para que el trasplante se llevara a cabo y es ahora, más de medio siglo después, cuando esa intervención es posible en Albacete.

    De Huéscar donó en más de 300 ocasiones, hasta los 65 años

    Discreta y algo tímida, pero también activa, trabajadora y responsable. Mari Carmen ha pasado más de media vida en la sede de la Hermandad, en la entrada del Hospital General Universitario.

    Igualada empezó en la Sección Juvenil.

    Hay que tener en cuenta que Mari Carmen es la presidenta, desde hace treinta años, de una de las primeras hermandades de España por número de donaciones, con cerca de 18.000 extracciones al año y más de 64.000 donantes.

    Igualada ha estado desde el principio

    Aunque ella haya hecho cabeza durante los últimos años, detrás ha tenido un gran equipo que ha conseguido lo que Albacete nunca podrá olvidar, como que media hora después del fatídico accidente de tren de Chinchilla hubiese cola para donar y cuatro máquinas de extracción a pleno rendimiento en la sede o que las primeras 250 bolsas de sangre que llegaron a Madrid después de los atentados del 11-M aterrizaran en helicóptero desde Albacete.