• ¿Qué debe pasar en una residencia para una inspección?

    Carta remitida a la sección ‘Buzón del Lector

    Y yo me pregunto: ¿Qué tiene que pasar en una residencia de mayores (mi hermana estaba como privada, es concertada) para que vaya una inspección? Pero sin avisar, sólo presentarse allí y ver qué es lo que hay realmente…

    Por desgracia, la experiencia con mi hermana ha sido lo peor de lo peor. 

    Una persona con alzhéimer, sin poder decir qué le pasa, sin poder expresarse, perdiendo peso por momentos… pero claro, con su enfermedad, nos dicen que no come, que eso lo conlleva el alzhéimer… y nosotras lo creemos.

    No podemos estar cuando come, no podemos verlo. Y ella cada vez más delgada, llegando a perder más de 30 kilos, más nerviosa, casi sin hablar… 

    Tiene una caída mala. Malísima. Está cinco días ingresada en el hospital por la operación. Durante esos 5 días coge 1,3 kg (en 5 días que hemos estado nosotras dándole las comidas). Llevaba pasando hambre desde que la llevamos. En menos de 2 años ha perdido más de 30 kilos y en menos de una semana recupera kilo y medio… 

    Cuando vuelve a la residencia hablamos con la “¿directora?” (por teléfono… en ningún momento ha dado la cara… ni cuando hemos salido de allí… por algo será…). Nos ofrecemos a ir para darle de comer y no podemos. Son sus normas. No se puede.

    Y mientras, todos los meses, pagando lo que no está escrito creyendo que está lo mejor posible allí. 

    La mayoría de las personas que trabajan son muy profesionales y cariñosas

    La mayoría de las personas que están allí trabajando son muy profesionales y cariñosas, pero no pueden con tanto, falta muchísimo personal. Pero también hay personas que no sé cómo están donde están ni dónde tienen la empatía. 

    Han sido muchas cosas. Pero esto ha sido lo último. 

    Gracias a Dios ya la hemos sacado de allí.

    La única que salió para despedirla fue Loli, una de las supervisoras, que es un encanto de mujer, pero cuando no se puede hacer más, no se puede. 

    Gracias a la gente de la segunda planta: Vero, Yuli… por su paciencia con ella y con nosotras (siempre hay alguna excepción). 

    Ahí te quedas Vital Parque.

    Emi Martínez

    Un comentario

    1. Carmen Sánchez Cabezuelo

      Leí ayer la queja enviada a “Diario Sanitario.com” por la familia de una residente en la residencia “Vital Parque” de Albacete.
      Conozco a esa familia y sé cómo se han sentido con el trato dado a su hermana. Ma Amparo Martinez es una paciente con alzheimer avanzado y que necesita cuidados y atención derivadas de su enfermedad. Cuidados y atención que no ha tenido en Vital Parque.
      En esa misma residencia estuvo ingresada mi madre hasta que falleció. Mientras fue independiente, todo iba bien; pero cuando empezó a necesitar la ayuda de las trabajadoras se evidenció la falta de personal de enfermería y auxiliares. En aquellos años se nos permitió a la familia contratar a una persona que iba cada día a darle la comida y la medicación correcta que mi madre necesitaba. Había habido dejaciones y equívocos.
      Pasó la pandemia, pero ha surgido otra más grave y triste: el abandono político y sectorial al que se ven sometidos muchos seres humanos que ponen su salud y bienestar en lo que debería ser manos profesionales.

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