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Las tamboradas no están exentas de riesgos como la sordera. Un tambor redoblando en un local cerrado, igual que un petardo, puede provocar sordera en cuestión de segundos. Y es que las tamboradas, aunque irresistibles para tobarreños y hellineros, son capaces de mermar seriamente la audición de los oídos sensibles. Consciente de lo inevitable, el Servicio de Otorrinolaringología del Hospital de Hellín aconseja tapones para los tamborileros.
Ser consciente de la pérdida de audición no es fácil. Sin embargo, pasada la Semana Santa, raro es el día en el que los otorrinos de Hellín no se encuentran en el Hospital con algún caso de hipoacusia inducida por el ruido.
Pitidos y pérdidas auditivas se repiten después de las tamboradas, pero si las consecuencias del ruido no se tratan en las primeras horas, de nada sirve pedir ayuda, éstas son irreversibles.
El Dr Niceto aconseja tocar el tambor con tapones para prevenir secuelas
Así lo advierte el jefe del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital de Hellín, Niceto Gómez, quien, aunque personalmente no ha podido resistirse a las tamboradas, reconoce que nunca llevaría a un niño pequeño sin tapones.
Para este otorrino, no cabe duda de que un tambor en un local cerrado es un riesgo asegurado. Sin embargo, al aire libre, la hipoacusia producida por el ruido podría prevenirse con tapones.
El daño es mayor si el tambor se toca en locales cerrados
El Dr Gómez, de orígenes valencianos, es consciente que una mascletá, como un tamborada, es difícil de evitar. No obstante, como médico debe recordar que “un petardo puede dejarte sordo en un segundo”. Por encima de 75 decibelios ya se puede hablar de niveles de peligro para la salud auditiva, y este otorrino calcula que en El Rabal hellinero se superan con creces los 150.
Si no se actúa en las primeras horas, la pérdida de audición es irreversible
Consciente de que la hipoacusia por ruido está infradiagnosticada, el Dr Gómez nunca se atrevería a prohibir una tamborada pero sí que aconsejaría tapones a sus protagonistas.
De hecho, lo primero que hizo este otorrino cuando llegó a Hellín fue coger una túnica y un tambor y participar en una tambora. Si bien a nivel auditivo lo consideró un riesgo, le pareció “un evento folclórico, fuera de lo normal, que hay que ver aunque sólo sea por la imagen de miles de personas tocando con tanta pasión”.
Todo depende de la intensidad, el tiempo y la sensibilidad
Cuanto más tiempo se exponga el sujeto al ruido, peor. Igualmente, cuanto más intensidad cobre el sonido de los tambores, más perjudicial resultará. Por estos motivos, el Dr Gómez recomienda que nunca se entre con un niño a un bar donde se permita tocar el tambor y, si participa en las tamboradas, que sea con tapones.
Para los adultos, este otorrino también aconseja que se toque el tambor con protección para los oídos.
Decálogo de cuidados del oído
Consejos de la Sociedad Española de Otorrinolaringología
- Usar protectores auditivos en caso de exposición continua al ruido.
- Cuidados ante el ruido: se recomienda evitar los ruidos impulsivos (petardos, disparo…), alejarse de las fuentes de ruido, disminuir el ruido que generamos y reducir el tiempo de exposición a sonidos de alta intensidad.
- Acudir al especialista: los otorrinolaringólogos recomiendan consultar en caso de inflamación, dolor, taponamiento, zumbidos, secreción de oído, ya que pueden derivar en problemas de la audición. Por otra parte, es recomendable consultar en cuanto se note pérdida auditiva, aunque mínima. Algunos signos que deben hacer sospechar la presencia de una pérdida auditiva son la dificultad para seguir una conversación o la necesidad de subir el volumen de la televisión.
- Revisiones periódicas. Al menos, una vez al año.
- No introducir objetos o sustancias extrañas en los oídos.
- Los expertos aconsejan limpiar solo la parte más externa del oído con una toalla o gasa.
- No automedicarse.
- Recomendaciones durante el baño. Será el especialista, valorando cada caso de forma individual, el que recomiende el uso o el no uso de tapones durante el baño.
- Evitar los golpes.
- Tratar de manera adecuada las otitis en los niños.
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