• Roboterapia: la tecnología que humaniza hospitales

    Lógica, creatividad y diversión. Con estos ingredientes, un voluntario de la asociación Más que una ilusión, el almanseño Luis Blanco Hoyos, ha enseñado a niños ingresados en los hospitales públicos albaceteños a diseñar su propio robot. La tecnología, a la que siempre se ha culpado de deshumanizar la sanidad, se ha convertido en un instrumento al que este joven de 16 años ha dado la vuelta. Blanco es un estudiante brillante, prometedor informático, que se está formando en Estados Unidos. Ha hecho un paréntesis en su formación para impartir un taller de “Roboterapia”.

    Así, doce pacientes de las áreas de Pediatría y del Hospital de Día Infanto Juvenil del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete han participado en el proyecto “Roboterapia”, una iniciativa impulsada por la asociación Más que una ilusión con la colaboración de la Gerencia de Atención Integrada de Albacete.

    A través de este proyecto, los pacientes han elaborado un sencillo robot, funcional y práctico. Los niños han seguido las indicaciones de Luis Blanco, experto en la materia y voluntario. El taller ha contado con una parte teórica, donde se tratan los principios básicos de la robótica, para más tarde, aplicar las nociones aprendidas en la práctica del montaje del robot.

    El joven voluntario Luis Blanco ha sido el profesor de “Roboterapia”

    Los niños han podido llevarse su robot a casa para disfrutar de sus aplicaciones. Han aprendido cómo dar forma a la tecnología  pero, sobre todo, se han sentido “pequeños genios”, artífices de su propio invento.

    https://www.facebook.com/masqueunailusion/videos/2102326746467094/

     

    Tal y como explica la propia asociación, este proyecto permite a los niños hospitalizados interactuar en torno a un taller donde ellos se convierten en creadores. El tiempo de convalecencia hospitalaria genera un desplazamiento donde el niño deja de ser el centro de la escena, usurpando ese espacio la propia enfermedad. Al producirse esa situación, los pequeños no pueden captar la atención de los demás como habitualmente lo harían en otro entorno, influyendo de forma negativa en sus mecanismos de expresión emocional.

    El taller modela la percepción del niño. Él mismo se ve capaz de transformar su contexto cercano y recuperar su espacio perdido a través del impulso de la autoestima, según han informado desde el propio Complejo Hospitalario.

    La asociación Más que una ilusión, formada por voluntarios, colabora desde hace más de diez años con hospitales de la provincia de Albacete, a los que llena de color, alegría, payasos, globos y todo aquello que hace una década era impensable. Más que una ilusión trata de cambiar la percepción negativa que puedan tener los niños del entorno hospitalario.