• SAE, la necesaria unidad de los técnicos

    El Autor

    Isabel Lozano Sevilla

    Vicesecretaria y secretaria de Organización y Comunicación de SAE

    El Sindicato de Técnicos de Enfermería creado en 1988 como de Auxiliares de Enfermería, ante la falta de interés manifiesta y continua hacia estos profesionales por los sindicatos de clase, sigue siendo un sindicato profesional independiente.

    SAE técnicos

    En las últimas semanas un grupo de personas con el derecho que les ampara la legislación están poniendo en marcha una nueva organización con la que SAE no tiene ni ha tenido ninguna vinculación. No obstante, el Sindicato de Técnicos de Enfermería quiere aclarar algunas afirmaciones que este grupo de personas están realizando o contribuyendo a que se divulguen.

    En primer lugar que SAE haya evolucionado a lo largo de los años dando cobertura a un mayor número de profesionales sanitarios no es más que la evidencia de un cambio social al que, desde luego, no es ajeno porque estos cambios afectan a nuestros compañeros. No son pocos los Técnicos en Cuidados de Enfermería que tienen otra titulación, ya sea de grado medio o de grado superior y pueden desempeñar sus funciones temporalmente, o no, en cualquiera de las categorías para las que están habilitados, pero que trabajen en una no les inhabilita para otra. Ni su sindicato profesional, SAE, va a dejar de defenderles, informarles ni representarles.

    Técnicos en Farmacia y Emergencias Sanitarias

    Era imposible cuando nació SAE que pudiera representar a categorías que por entonces no existían como tales: Técnicos de Farmacia, Técnicos de Emergencias Sanitarias y no pocas de los títulos de Técnicos Especialistas son de reciente creación,. Aunque esta circunstancia no le resta ni un ápice de su condición de sindicato profesional.

    No es además, el único sindicato profesional en la sanidad española que cuenta entre sus afiliados, votantes o seguidores a profesionales de otras categorías.          

    En cuanto a la actividad histórica de SAE, se puede demostrar con abultada documentación, que es este sindicato el que siempre ha estado a la vanguardia de las reivindicaciones en pro de los derechos del colectivo cuando para otras organizaciones, los TCE eran considerados un cero a  la izquierda. Fue SAE quien sentó las bases de todas las reivindicaciones que ahora enarbolan otras organizaciones, ya tengan más o menos trayectoria sindical, y no ha sido la falta de lucha, trabajo y empeño por parte de SAE para que algunas de ellas no se hayan visto cumplidas sino la falta de voluntad política y otros intereses.

    Técnicos en Cuidados de Enfermería

    En los últimos años, la sanidad pública ha experimentado en algunas de sus prestaciones un proceso de externalización de algunos servicios que supuso la pérdida de simpatizantes en algunas organizaciones de clase, lo que les hizo poner su mirada sobre el colectivo que hasta ese momento tenían abandonado: los Técnicos en Cuidados de Enfermería con el único interés de recabar votos en las elecciones sindicales, pero con escaso interés en los problemas reales del colectivo. Este desinterés es patente en su nula implicación en los foros de negociación a los que tienen acceso y en los que siguen sin conseguir nada para el colectivo, en comparación con otros.

    La legislación ampara la creación de organizaciones sindicales y desde SAE nos parece perfecto, pero sí consideramos que la formación de un nuevo sindicato para, en teoría, defender a los TCE, con la falsedad de que no existe ninguno, es debilitar al colectivo a la par que ello favorece a las organizaciones de clase, cuya trayectoria es de sobra conocida.

    El riesgo de dividir

    Si para un sindicato profesional es muy difícil conseguir el porcentaje de votos establecidos para alcanzar representatividad en los centros de trabajo, parece difícil pensar que dos sindicatos, uno de ellos reciente, sin experiencia, bebiendo de las fuentes de SAE y de toda su trayectoria histórica, vaya a tener otro resultado que no sea dividir al colectivo y hacer más difícil aún la tan ansiada representatividad que nos permita llegar a los foros de negociación donde realmente se va a dar cumplida cuenta a nuestras reivindicaciones.

    2 comentarios

    1. Hice Pedagogía, por cosas de la vida soy TCAE y trabajo como tal en un hospital público. Mi ilusión no era ser Enfermera, soy TCAE y me voy a casa tranquila por haber hecho bien mi trabajo. Me formo periódicamente y trato a todo el que me rodea con respecto. No entiendo el resentimiento de un grupo de trabajadores contra todos los demás, contra los médicos porque según dicen sin ellos, no harían nada sin ellos, contra los Técnicos Superiores porque les quitan funciones, contra los TCAE porque no tienen preparación. Siempre luchando por hundir al prójimo y no por aportar, siempre tapando que su profesión antes era la de “practicantes” y que han evolucionado como todos, todos nos formamos, en todos los colectivos hay gente que merece la pena y gente que mejor no encontrarse. Están muy bien formados en No Hacer Equipo y la Sanidad necesita equipos multidisciplinares, profesionales bien formados y personas que no se obsesionen con “joder” a los demás. Haceoslo mirar, tenéis muy mal karma!

    2. Yo soy TCAE por capricho, por ilusión, porque es la profesión que me gusta, porque me gusta cuidar tanto a enfermos como al personal que los atiende. También del material, instrumentos o aparatos de tratamientos. Creo que es muy importante y bonito nuestro trabajo. Procurar que todo esté organizado, aséptico, cuidar que no haya riesgos de contagio ni para unos, ni para otros. Creo que esta parte de nuestro trabajo es bastante desconocida y estoy muy contenta, me encanta y disfruto haciéndolo cada día. Verificar el correcto funcionamiento, avisar a tiempo cuando algo se falla, cuidar de cosas tan costosas y que pagamos entre todos y merece por ello respeto, atención y dedicación y sus cuidados tanto como para un paciente o un compañero. A parte de todo lo demás que ya conocemos de cuidado y atención en cualquier servicio que trabajemos. Me gustan mis funciones básicas de cuidados, como así se las llama. No me gusta que me propongan o deleguen funciones para las que no estoy preparada, yo elegí una profesión para la cual me formé pero veo que cada vez se nos pide más y aprendemos sobre la marcha. Con muchas de estas, no me siento cómoda porque repito, yo elegí lo que quería hacer y a lo que me quería dedicar. Entiendo que sí es necesario que cada vez hagamos más funciones que se salen de las nuestras, debemos recibir previamente esa formación y deberían entonces crear otra figura que se dedique a todo eso, bien formada y capacitada desde el comienzo. Pero no se puede liar tanto las cosas. Cada uno somos lo que somos y no se puede pretender que dependiendo de donde o con quien trabajes, tengas unas funciones y otras, más funciones o menos y exponerte a un estrés sin sentido. Debemos respetarnos todos, valorarnos como lo que somos cada uno y todos con el mismo respeto. Trabajar en equipo es tener diversas funciones, diferentes conocimientos y entre todos lograr un objetivo. No hay más que eso. Es el único propósito y nuestra única meta. Todo lo demás son condiciones mentales particulares de cada uno que se deben dejar en la puerta antes de entrar a trabajar. Porque vamos a trabajar y a nada más, trabajar y hacer nuestro cometido. No hay nada más

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