La jefa del Servicio de Salud Mental de Albacete, María Jesús Montes, ha dimitido por falta de recursos. Ha dado el paso sin renunciar al diálogo con la Gerencia, sin acusaciones políticas y sin subidas de tono. Simplemente, la doctora Montes está agotada de ver cómo su equipo se esfuerza para nada. Psicólogos y psiquiatras han hecho encaje de bolillos para no cerrar ningún dispositivo pensando que la recompensa, con el tiempo, serían más recursos para sus pacientes, pero nada ha cambiado desde 2012.
María Jesús Montes ha explicado a Diario Sanitario que cogió la jefatura de servicio hace cuatro años dispuesta a luchar por mantener lo que tenía Salud Mental y mejorar. Considera que ha tenido y tiene un gran equipo con el que ha trabajado “contracorriente”. Y es que mientras los recursos sufrían recortes, la demanda de los pacientes no dejaba de aumentar.
Culpa de la situación a la crisis, lo que no le impide decir que “estamos cansados de esforzarnos, de esperar esa recompensa que no llega”.
Así, un servicio tan complejo como el de Salud Mental, con los hospitales públicos de Albacete, Hellín, Almansa y Villarrobledo, con un sinfín de unidades y hospitales de día, se ha mantenido porque psicólogos y psiquiatras han compaginado dos y hasta tres dispositivos. Todo con la esperanza de mejoras para los pacientes.
Después de 28 años en el servicio, la doctora Montes no abandona el barco. Se quedará en funciones y seguirá dialogando hasta que la Gerencia tome una decisión. La suya es una reflexión en voz alta que pocos jefes de servicio hacen pública.