• Sanidad alerta de los riesgos de las máquinas de cavitación

    La cavitación es uno de los métodos estéticos más conocidos y utilizados para la eliminación de la grasa corporal localizada. Básicamente, consiste en aplicar ultrasonidos de baja frecuencia en determinadas zonas del cuerpo para disolver las células adiposas desde su interior. Su compra a través de Internet y su utilización en manos de particulares no está exenta de riesgos.

    maquina_cavitacionCualquier aplicación de energía en el cuerpo humano puede no resultar inocua y entrañar riesgos para la salud y la seguridad, si la utilización o los equipos empleados no son los adecuados. En la actualidad, no se dispone de un marco regulatorio propio que permita controlar la utilización de estos aparatos con fines estéticos y especialmente en lo que se refiere a su acceso mediante venta online, lo que dificulta la labor de vigilancia y control de las condiciones en que se lleva a cabo la aplicación de los tratamientos.

    El director general de la Dirección General de Salud Pública y Consumo, Manuel Tordera, ha dado a conocer un estudio de investigación llevado a cabo sobre el manejo de estos sistemas de cavitación y la información que se ofrece en la venta online de estos productos. Durante la presentación, Tordera ha estado acompañado de los autores de este trabajo, el profesor de Óptica de la Universidad CEU San Pablo, David Baeza, y la directora técnica de la empresa de servicios independientes de ámbito tecnológico FUTEC, Silvia Baeza.

    “A través de esta iniciativa desde la Consejería de Sanidad hemos querido tener un conocimiento directo de la utilización de estos equipos de cavitación de uso doméstico con el fin de elaborar unas propuestas de actuación que garanticen la salud y seguridad de las personas consumidoras en Castilla-La Mancha”, ha resaltado Tordera.

    Los objetivos de la investigación se han centrado en analizar los potenciales riesgos del uso de equipos portátiles emisores de ultrasonidos en la salud de las personas usuarias y consumidoras; localizar y verificar la información procedente de las páginas que ofrecen este tipo de tratamientos; así como, analizar si la compra de estos productos cumple con la normativa vigente en materia de consumo, especialmente en lo que se refiere al etiquetado e información al consumidor.

    El estudio llevado a cabo ha evaluado también si la venta ‘online’ de estos aparatos de uso doméstico se ajusta a los requisitos necesarios para su correcta utilización garantizando así la seguridad del usuario, dado que dichos equipos pueden tener la misma capacidad de emisión de energía que los utilizados por profesionales y pudieran estar utilizándose sin control del tiempo y potencia de empleo.

    Un decreto protegerá a los consumidores

    Por su parte, esta iniciativa ha permitido extraer una serie de propuestas de actuación relacionadas con la promoción e impulso de las modificaciones normativas precisas para ajustar sus contenidos a las necesidades y expectativas de las personas consumidoras, especialmente, en lo relativo a la información de los productos, indicaciones de uso y advertencias de riesgos asociados. Al hilo de esta propuesta, desde la Dirección General de Salud Pública y Consumo está prevista la creación de un grupo de trabajo para la redacción de un decreto que regule la protección de las personas consumidoras y usuarias en las actividades, equipos, productos y servicios relacionados con la estética y el cuidado personal.

    Otra de las medidas a emprender se centrará en informar y sensibilizar a las personas consumidoras sobre un uso adecuado de los equipos; además de continuar con las actuaciones de inspección y control de calidad que se vienen desarrollando en el sector por parte de la Consejería de Sanidad.

    Asimismo, se continuará trabajando en fortalecer la colaboración y el diálogo empresarial con el sector con el fin de asegurar la calidad y seguridad de la actividad que desarrollan para garantizar la protección de los derechos y la salud de los ciudadanos.