Sanidad apuesta por el vino como pilar de la dieta

Tiene efectos antioxidantes, reduce el colesterol y, consumido con moderación, no tiene enemigos. El consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, ha mostrado su apoyo a la difusión del vino como parte de la dieta mediterránea en línea con la campaña promovida por el Gobierno de Castilla-La Mancha para impulsar el protagonismo de éste y otros productos con gran arraigo en la comunidad autónoma, como el aceite, dentro de una dieta saludable.

Fernández Sanz ha impartido una conferencia sobre ‘Salud y Vino’ en el marco de la Jornada de Difusión de la Cultura del Vino, organizada por el Ayuntamiento de Pedro Muñoz (Ciudad Real). Una ponencia en la que ha abogado por hablar no sólo de los beneficios del consumo de vino como algo aislado, “sino asociado y como parte de nuestra dieta mediterránea”, algo que enlaza directamente con las políticas para potenciar proyectos de vida saludable y prevenir de la obesidad.

Según el consejero de Sanidad, el vino forma parte de lo más importante que tiene la región como marca de salud en materia alimentaria y que es la dieta mediterránea. “Tenemos una riqueza impresionante en la dieta mediterránea, lo tenemos como marca en la Consejería, y vamos a seguir abundando en que el vino forme parte de la dieta mediterránea de manera seria”.

Los políticos cuadraron su agenda el 28 de julio para que el anuncio de las obras del hospital coincidiera con una nueva cita en Bodega Iniesta.

A este respecto, Fernández Sanz ha indicado que la salud es una preocupación constante de la gente “y el ciudadano está deseoso de saber si el vino es bueno”, por lo que incidió en la necesidad de ser insistentes a la hora de transmitir el contenido alimentario del vino, como ya se hace, por ejemplo, con el aceite de oliva.

“El vino es un alimento de la dieta mediterránea tremendamente placentero al cual no se puede renunciar, pero siempre con criterios de moderación para que sea útil y beneficioso”, ha apuntado el consejero quien ha recordado que el vino, sobretodo el tinto, posee efectos antioxidantes, reduce el colesterol malo, evita que progrese la arteroesclerosis y que se reduzca el riesgo de ateromatosis generalizada a nivel vascular.

Finalmente, ha apostado por promover desde la comunidad autónoma la realización de estudios epidemiológicos que corroboren que “el vino es salud”, y que su consumo moderado puede ser cardioprotector, tal y como han demostrado diferentes estudios científicos europeos.