La sanidad pública se va a pique

Sentado en la terraza, hace calor, propio de la época del año en la que estamos, pero disfrutando de lo que más me gusta, lo dejo a la elucubración, los que me conocen saben a qué me refiero, es algo que hace que la vida sea mejor, más maravillosa. Disfrutemos el tiempo que nos queda por estar aquí.

No puedo dejar de pensar en los últimos hechos que nos rodean: sanidad, política, vacunaciones, catalanes, indultos, magnanimidad, Esquerra, vascos… y por otro lado, el día a día de los españoles de a pie, de los que cada día nos levantamos para seguir trabajando. Sí, los que a pesar de estar jubilados, nos levantamos para seguir aportando nuestro grano en este sistema del que viven muchos del cuento. El caso es que puedan seguir viviendo del cuento.

No voy a analizar una vez más las deficiencias de nuestro Sistema Sanitario de Castilla-La Mancha, sería aburrido y tedioso. Quien me haya seguido sólo tiene que remontarse a los distintos artículos. Seguimos con una única resonancia (RMN) pública en Albacete capital, por poner un ejemplo; las listas de espera crecen sin soluciones reales, a pesar de que el ejecutivo a partir de ahora nos presentará resultados de lo bien que lo hace, de lo bien que lo gestiona, pero la realidad es bien distinta.

Que alguien me lo explique

No consigo entender cómo es posible que en abril de 2020 el número de pacientes, según datos oficiales de las listas de Castilla- La Mancha, en Albacete fuera de 8.645 con 5.459 afrontando una espera superior a los 180 días, y en 2021, en abril, con todas las limitaciones quirúrgicas por la pandemia, tengamos 6.860 paciente y 3.806 superando esos 180 días de espera. Realmente no consigo entenderlo. Si indagamos en el resto de los hospitales de la comunidad, las cifras, a pesar de la pandemia, son insuperables. Pero los pacientes se siguen quejando de que no se les opera, que alguien me lo explique.

Probablemente la magnanimidad de comprensión para los indultos que el presidente del Gobierno nos reclama, es la misma que el ejecutivo de García Page nos pedirá para entender el motivo por el que las limitaciones sanitarias en Albacete siguen siendo las que son, porque seguimos con un hospital obsoleto, porque la tecnología sigue siendo deficitaria, porque cuando se estropea un láser que es imprescindible para tratar determinado tipo de lesiones no se soluciona de forma urgente y pasan meses y nadie es responsable.

¿El drama de esta país está en el fútbol?

Hacemos un drama nacional porque la selección de fútbol no está vacunada, pero no exigimos que personal esencial como son los taxistas, camioneros, policía, recordemos el escándalo catalán con los guardia civiles y policía nacional, estén vacunados, personas que trabajan duro y aportan al país y contribuyen a que siga funcionando, o con los agricultores, gente, personas profesionales que aportan al país algo más que una copa que se queda en una vitrina y realmente no aporta nada. El ego de una selección que permite que militen independentistas que viven y comen de lo que los que nos oponemos o somos contrarios y no partidarios de la magnanimidad de nuestro presidente.

La sanidad pública se va a pique, pero me quiero centrar en la nuestra, en la de Albacete, en la que le afecta a usted, que no sé si me lee, a usted empresario que tiene empleados que necesitarán de la asistencia sanitaria de la ciudad de Albacete, a usted político de turno no me refiero, porque simplemente por serlo se le tratará de distinta forma que al resto de los ciudadanos.

Queremos resultados sin pelear por ellos

Cada día estoy más convencido de que vivimos en un país que no sabe lo que tiene, que sus ciudadanos no reclaman sus derechos porque son cómodos y quieren resultados sin pelearse por ellos.

Hace unos días mirando papeles viejos leía reflexiones que podrían ser válidas para estos momentos, pero eso será otra historia.