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La decimoctava de las pruebas de la IX edición de las Rutas de Senderismo que organiza la Diputación Provincial de Albacete ha llevado a los andarines hasta la sierra de Alcaraz para visitar distintos parajes y senderos. Una atractiva prueba lineal, denominada “Senderos y vías pecuarias serranas”, de dificultad media. Cuenta con 15 kilómetros de distancia y unas cinco horas de duración.
📷 Fotografías: Luis Sánchez Vizcaíno
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Tomarían café en Alcaraz donde fueron recibidos por los amigos y miembros del club de Montaña “El Collao” de Alcaraz, José María y Juan Parras, quien además de hacer de guías, les iban explicando las curiosidades.
Después, se desplazarían en autobús hasta el Alto del Cantalar de la antigua carretera de Alcaraz a Riópar, catalogada como una de las más bonitas de Castilla-La Mancha, donde sale el camino del Cantalar y el del Ojuelo.
Senda de Cañada Lengua
Ya aquí, cogieron la senda de Cañada Lengua, que baja hasta el valle del río del Escorial. Cruzaron el río Escorial y comenzaron una larga y suave ascensión, por el antiguo camino de Vianos a Paterna del Madera, hasta llegar a la cuerda del cerro Mata Ovejas junto a la Cocota del Moclín.
La Mesta
Bajaron hasta una escondida aldea del municipio de Alcaraz, La Mesta, llamada así porque en Alcaraz se desarrolló una de las primeras asambleas de pastores trashumantes, que en 1273 fueron agrupadas por Alfonso X, bajo el nombre de Real Sociedad de Ganaderos de La Mesta. Fue entonces cuando se estableció una red de vías pecuarias de dominio público que han llegado hasta nuestros días -aunque en la actualidad un tanto maltratadas-. Fue el lugar que aprovecharon junto al río para almorzar.
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Abandonaron la aldea en dirección a la Vereda del Llano de Murcia, por la que siguieron hasta desviarse por el antiguo camino de herradura de Alcaraz a Paterna del Madera, que les conduce hasta Alcaraz después de contemplarlo desde el Portillo de Paterna, al borde de la meseta caliza desde donde tenían unas vistas inmejorables del valle del Guadalmena de fondo.
Comenzaron la bajada por un tramo del viejo camino que unía Alcaraz con Vianos. Primero por una preciosa senda y después por un camino que discurre por los olivares de la Cuesta de la Madre, también con unas vistas excepcionales de Alcaraz, encaramada en el cerro de San Cristóbal.
Todo el recorrido discurre entre un verdor impresiónate. Con ejemplares de pino, encina y roble quejigo, todo el cortejo vegetal serrano, que en estas fechas despliega su espléndida floración.
Preciosa ruta en un fabuloso día primaveral, ideal para el senderismo, de gran atractivo natural y paisajístico.
