En esta ocasión, los andarines de Diario Sanitario proponemos, más que una ruta senderista, un paseo por Prado Redondo, pequeña población cercana a Tiriez donde, inocentes de nosotros, pensábamos que íbamos a ir tropezando con las famosas setas de cardo.
✔Andarines: Manuel Martínez Vergara, Rigoberto López Honrubia, Cesárea Arnedo y Dolores Carcelén
✔Aquí puede consultar la ruta
Fue una tarde diferente, un paseo de menos de siete kilómetros que nos llevó cabizbajos en busca de las preciadas setas de cardo, que no encontramos. A cambio, conocimos a los vecinos de Prado Redondo; vimos su afición por la cría de caballos; conversamos con los ancianos del lugar; disfrutamos de un paisaje florido en otoño y acabamos comiendo el famoso hongo, pero cocinado con huevos y jamón en Casa Lorenzo.
Así, la seta de cardo pertenece al género Pleurotus. Se encuentra asociada a zonas en las que están presentes algunas especies de cardos y se considera un manjar. Pero en el caso de no encontrarla, que suele pasar, Casa Lorenzo siempre tiene, lo cual es un consuelo para estas tardes de muchas expectativas y pocos resultados.
También tenemos que reconocer que si hubiésemos encontrado setas, de cardo o de cualquier otra índole, no habríamos compartido ni la ruta ni la ubicación, porque también se nos ha contagiado esa manía de atesorar cada rodal como si fuese una quimera imposible de compartir.
Y es que hemos tenido otoños de setas por doquier. Recordamos especialmente una tarde en la que cargamos de amanitas por Alcadozo. Tampoco olvidamos cómo nos preparó las setas Sabino, el cocinero de La Machina. Sin embargo, tiempos de mucho, vísperas de poco, porque ni las lluvias ni el buen tiempo nos han dado los frutos esperados. Eso sí, vayan a Prado Redondo y paseen como nosotros, sin rumbo fijo, admirando el paisaje o el caer de las hojas de los nogales. Darán cualquier tarde por buena.