Siete mil minutos por la discapacidad

Mil kilómetros, siete mil minutos, cuatrocientos relevos y seis días, del 8 al 13 de agosto, corriendo por la discapacidad. Éste es el reto que está logrando el Club de Atletismo de Tarazona de La Mancha (Albacete), que ha movilizado a todo un pueblo y a la práctica totalidad de las asociaciones de discapacitados de la provincia en torno a dos metas, integrar y dar visibilidad a la discapacidad en las carreras populares.

Con gafas prestadas por la ONCE para simular la ceguera total, con sillas de ruedas cedidas por la asociación Metasport y el centro Infanta Leonor o con los brazos inmovilizados dentro de la camiseta. Así se han sumado parte de los atletas a la carrera. Unos están corriendo con sus limitaciones, cualquiera de ellas, y otros las están simulando para ponerse en el lugar de su compañero.

Y mientras los corredores se van sumando a los relevos, de siete de la mañana a una de la madrugada, Tarazona de La Mancha no deja de recibir visitas de cargos políticos y atletas de renombre. Esta tarde, a las cinco, juega el equipo de fútbol sala de Asprona y a las siete de la tarde le llegará el turno al equipo de baloncesto de AMIAB. Además, el viernes se sumará como relevista el director general de Deportes, Juan Ramón Amores, que lucha contra la ELA.

El reto terminará el sábado a las ocho y media de la tarde. Comenzará entonces la única carrera nocturna del circuito popular, la de los 10 kilometrichos de Tarazona, que cumplirá 17 años con 1.200 atletas inscritos.

El director técnico del reto, Juan Picazo, ha querido destacar que será un éxito gracias a las asociaciones porque el club no ha conseguido financiación alguna. Eso sí, el Ayuntamiento de Tarazona de La Mancha ha impreso 1.200 gorras que se venderán a 2 euros para Cruz Roja, Metasport e Infanta Leonor. Y es que la dotación sanitaria de la prueba ha corrido a cargo de Cruz Roja.

Cabe destacar que el Club de Atletismo Tarazona se ha enfrentado, desde 2013, a todo tipo de retos, desde correr los 462 kilómetros que separan a este pueblo albaceteño del Tarazona de Aragón hasta unir corriendo 997 kilómetros a los 48 pueblos que integran el circuito de carreras populares. El reto de este año, el de correr por la discapacidad, se perfila ya como un éxito más.