Sindicato Médico exige un plan de prevención de agresiones

Reacción después de que medio centenar de personas intentara atacar a una doctora asaltando un centro de salud

Sindicato Médico de Castilla-La Mancha (CESM) ha remitido un comunicado denunciando el nuevo intento de agresión a un sanitario, en este caso, una facultativa de Atención Primaria que se ha visto amenazada por una multitud de personas, en un centro de salud de Talavera. “No somos los médicos quienes debemos protegernos a nosotros mismos de estas agresiones sino que debe ser nuestra empresa, en este caso el Sescam, quien adopte las medidas necesarias para evitar estas situaciones”, advierte CESM.

Insiste en la necesidad de revisar la seguridad de cada centro sanitario

“Por enésima vez exigimos nuevamente un Plan de Prevención de Agresiones a Sanitarios dotado económicamente para implementar tanto los recursos humanos como los medios de seguridad en los Centros de Salud y Hospitales, que permitan responder con rapidez, calidad y seguridad a las demandas asistenciales de la población, que de esta forma dejará de convertir al profesional sanitario en responsable de su frustración”, reza el comunicado.

Y es que CESM considera que el Observatorio de la Violencia del Sescam no debe ser “un foro solo de información, donde  se recojan las cifras de los compañeros que han sido agredidos, sino también un instrumento capaz de tomar decisiones para prevenir y evitar este tipo de situaciones”.

En ese plan de Prevención de Agresiones, CESM considera que se deben evaluar las instalaciones y la situación de cada puesto de trabajo en cuanto a seguridad, dotándolas de los medios de vigilancia y seguridad necesarios, y comprobando que cámaras, botones del pánico, alarmas, habitaciones del pánico o cerraduras se encuentran en las debidas condiciones de funcionamiento efectivo y son los adecuados.

“Ratoneras sin salida”

“Deben así mismo evaluarse los edificios e instalaciones sin que se dé el caso de consultas y dependencias que son verdaderas ratoneras sin salida ante una agresión. En los centros habitualmente conflictivos deben contratarse vigilantes de seguridad de igual forma que se contratan para cualquier delegación de la Administración pública”, añade.

Se debe informar y formar a los profesionales sobre los riesgos y actitudes ante una agresión y el SESCAM no debe eludir la explicación a los usuarios sobre los nuevos condicionantes que la pandemia ha traído a la asistencia de los pacientes con un aumento de las consultas telemáticas.

Déficit de recursos humanos

El déficit de recursos humanos (sanitarios, celadores o administrativos) y materiales (líneas telefónicas), así como la mayor carga de trabajo a la que ha llevado la pandemia -insiste Sindicato Médico- “no son responsabilidad de los profesionales, los gestores sanitarios deben informar a la población de esta nueva situación, para que el usuario no culpe al profesional de las demoras en recibir la asistencia esperada”.

“Seguimos insistiendo en que el Sescam debe personarse y denunciar de oficio ante los tribunales todas y cada una de las agresiones, incluidas las verbales”, concluye el comunicado.