A sus 85 años, el alcalde de Montealegre del Castillo (Albacete), Sinforiano Montes, está muy cerca de superar a un coronavirus que ha estado a punto de vencer a un octogenario difícil de doblegar. Se ha visto, por primera vez, a las puertas de la muerte, pero hoy, en casa con el oxígeno, después de diez días ingresado en el Hospital de Almansa, sólo piensa en regresar al trabajo. Ha sido primer edil de su pueblo durante más de medio siglo, en el Franquismo y en la Democracia, sin cobrar porque lo compaginó con la dirección de la Caja Rural.
Después de diez días ingresado en el Hospital de Almansa, se recupera con oxígeno en Montealegre del Castillo
El pueblo, famoso por sus fábricas de tapizado, ha donado material de protección al personal sanitario
Diario Sanitario ha hablado con su hija, Aurora, ya que Sinforiano Montes aún está con el oxígeno y sigue dando positivo en infección por COVID-19. No obstante, ella ha trasladado la fortaleza con la que se ha enfrentado a un virus que no sabe dónde cogió, ya que, hasta que tuvo fiebre, no paró. Plenos municipales, comisiones, viajes y comidas fueron el día a día de este alcalde de 85 años hasta que se confinó, como el resto de la población, y a los pocos días, se enfrentó a la fiebre.
A lo largo de 85 años, sólo había ingresado en el hospital una noche por una rotura de muñeca al caerse por las escaleras. Ha sido el coronavirus el único capaz de meterlo en una cama de hospital durante diez días, pero, si bien hubo una noche en la que pensó que se moría o lo intubaban, al final superó el bache y hoy está en su casa. Se recupera, con oxígeno, de una neumonía bilateral que da los últimos coletazos.
Y es que Sinforiano Montes no es un octogenario normal. De hecho, la palabra jubilación no está en su vocabulario. Ha sido alcalde de su pueblo desde los treinta años, durante el Franquismo y en la democracia, bajo las siglas de Alianza Popular primero y del Partido Popular después. Ha ganado elección tras elección en un pueblo próspero famoso por sus fábricas de tapizados, las mismas que han trabajado sin descanso para donar material de protección al personal sanitario.
Al cierre de esta edición, un Sinforiano Montes con voz de treintañero cogía el teléfono a este diario para insistir en que se encuentra perfectamente, tanto que espera regresar al trabajo la próxima semana.