• Sobrevivir a un cáncer de pulmón

    El Autor

    Juan Manuel Córcoles

    Jefe de Servicio de Cirugía Torácica

    El cáncer de pulmón es, a día de hoy, el tumor maligno que más muertes produce en España y en el mundo. En parte es porque se observa un incremento del cáncer en mujeres y en no fumadores. De hecho, un 20% de los cánceres se da en pacientes no fumadores, aunque en este grupo la esperanza de vida (supervivencia) es mejor.

    En España, según el Ministerio de Sanidad y Consumo, se diagnostican 18.500 casos nuevos al año. Entre los factores de riesgo ya conocidos por la población, se encuentran el tabaco, la exposición laboral a sustancias inhaladas (asbesto, radiaciones ionizantes, arsénico) y en algunos puntos del planeta la contaminación ambiental, que cada vez invade más el mundo desarrollado.

    A pesar de los avances de los últimos años en investigación, la supervivencia se sitúa en torno al 15%, cifra muy alejada del cáncer de colon con un 65% o del cáncer de mama con un 89%, pero sin embargo, según el Dr. Masutti, secretario del GECP (Grupo Español de Cáncer de Pulmón), el cáncer de pulmón es el tumor maligno que más ha mejorado su supervivencia en los últimos años.

    Ante cualquier tumor que nos enfrentemos, lo primero es diagnosticarlo lo antes posible y en la fase más precoz. En cáncer de pulmón, se ha avanzado muchísimo en técnicas radiológicas y endoscópicas (EUS, EBUS), siendo capaces hoy en día de biopsiar lesiones milimétricas que hace años ni siquiera eran visibles.

    En cuanto al tratamiento quirúrgico, ya hemos comentado en algún artículo previo los grandes avances que han ocurrido. La Cirugía Torácica de mínima invasión permite operar pacientes de alto riesgo quirúrgico a los que antes se les negaba esa posibilidad, ofreciéndoles una mejor supervivencia que si el tratamiento hubiera sido únicamente oncológico (quimioterapia o radioterapia). Igualmente, los pacientes operados con mínima invasión se recuperan mucho antes de la cirugía, lo que permite que puedan recibir quimioterapia o radioterapia de forma más precoz y mejor tolerada. Aun así, a día de hoy, solo se operan un 25% de los casos, ya que, por desgracia, muchos se diagnostican en etapas más avanzadas, donde el tratamiento quirúrgico no está indicado.

    En cuanto a tratamiento oncológico no quirúrgico, en la actualidad, y porque el 75% de los tumores no se pueden operar, el pilar más importante del tratamiento sigue siendo la quimioterapia, donde están ocurriendo los cambios más importantes en cuanto a supervivencia. El cáncer de pulmón se considera el segundo en importancia en cuanto a alteraciones genómicas. Esas alteraciones las están aprovechando los investigadores para crear fármacos específicos para ciertos tipos de cáncer de pulmón que van a responder mejor que la quimioterapia convencional, aumentando la supervivencia global. De hecho, no es raro hablar de “quimioterapia personalizada” o de tratamiento con anticuerpos monoclonales (inmunoterapia).

    Queda mucho por hacer, pero destacaría dos factores. Uno es el cribaje (detectar el cáncer en fase precoz en población que aún no tiene síntomas). En otros tumores, como el de mama, cuello de útero y colon, ya se aplica. En pulmón se están probando diversas fórmulas, como el TAC de baja radiación en paciente de riesgo, y parece que los resultados son prometedores, aunque el problema sería que su implantación tendría un gran impacto económico y organizativo y además no todos los estudios realizados han arrojado los mismos resultados.

    El segundo factor y más importante es la prevención. Está claro que, si se eliminase el tabaco de forma radical, el cáncer de pulmón estaría lejos de ocupar los primeros puestos en incidencia (casos nuevos al año) de cáncer.

    Si ustedes fuman, ¡déjenlo! y si no pueden, pidan ayuda.