• “Sólo la naturaleza cura…

    El Autor

    Elías Rovira Gil

    Profesor de la Facultad de Enfermería de Albacete

     y la enfermería ha de colocar al paciente en las mejores condiciones posibles para que la naturaleza actúe sobre él”. Esto es lo que afirmaba Florence Nightingale, una mujer que nació un 12 de mayo de 1820, y en cuya memoria, se celebra en todo el planeta el Día Internacional de la Enfermería.

    Su figura es admirada en todo el mundo y ha sido reconocida y motivo de esculturas, billetes, sellos, películas, museos, parques, calles, instituciones, novelas, poemas, series de televisión y radio; y se le cita de forma natural en las conversaciones (la última vez lo oí, por Robert de Niro, en la comedia “Los padres de ella”). Quizá nuestro país sea en el que más desconocimiento se tenga de ella.

    Se destacó por acudir como voluntaria con un equipo de enfermeras a la guerra de Crimea. Allí luchó y se enfrentó a los oficiales sanitarios porque los soldados heridos tuvieran unas mínimas condiciones de salud, lo que le supuso un gran reconocimiento entre sus pacientes y socialmente.

    Florence Nightingale

    La lámpara de Florence Nightingale se convirtió en el símbolo de la enfermería.

    Florence Nightingale realizó importantes estudios y aportes a la organización clínica y el control del medio ambiente sanitario, que tuvieron gran repercusión en el Reino Unido y sus colonias

    Todas sus críticas y sugerencias las hizo basándose en la ciencia, pero de forma que todo el mundo pudiera comprenderla. Así, es muy reconocida como bioestadística por introducir el llamado diagrama de área polar, precursor del histograma circular, conocido por la gente como diagrama de sectores o “de quesitos”, algo que usamos o vemos a diario. Con su uso y difusión, consiguió evidenciar situaciones que tras resolverlas, mejoraron muy considerablemente los resultados de toda atención clínica.

    En Crimea, además, velaba por las noches la salud de los heridos, paseando entre las camas con una lámpara de aceite encendida, lo que le valió el sobrenombre de “la dama de la lámpara”, y de paso, hacer de dicha lámpara, el símbolo universal de la enfermería.

    Entendió que esta disciplina, la enfermería, debía de profesionalizarse

    Entendió que esta disciplina, la enfermería, debía de profesionalizarse y por tanto de tener una buena y sólida formación para poder ser desarrollada. Afirmó literalmente que “La Enfermería es un llamado superior, un llamado honorable… El honor radica en el amor por la perfección, la consistencia y en el trabajo duro para conseguirla…”.

    Y es por ello que este año cumplimos 30 años homenajeándola en Albacete. Y lo que queda. ¿Es o no es para ello?

    …La dama de la lámpara permanecerá

    en la gran historia de la tierra,

    como un noble tipo de bien,

    y con la condición de mujer heroica…

    Henry Wadsworth Longfellow

    También le puede interesar:

    Florence Nightingale y Zendal, iconos enfermeros