
Todos los años, desde 1999, se celebra el Día Mundial de la Sonrisa. La sonrisa es nuestra mejor tarjeta de visita. Es un gesto simple, pero a la vez muy complejo, tanto fisiológica como anatómicamente, y se ve afectado por mecanismos psicológicos, ambientales, etc.
Es una sensación placentera porque al reír hay un efecto activador de ciertos neurotransmisores relacionados con la alegría y satisfacción, las endorfinas.
Es una acción compleja en la que intervienen un gran número de músculos que puede variar dependiendo de un gran número de factores.
Algunos investigadores concluyen que las arrugas de los ojos (patas de gallo) son el resultado de una sonrisa sincera y por tanto los músculos que producen dichas arrugas deberían considerarse también músculos de la sonrisa.
Una carcajada pone 400 músculos en movimiento
Durante la risa se contraen más de 12 músculos faciales, músculos del pecho, del abdomen y del diafragma
La mayoría concluye que durante la risa se contraen más de 12 músculos faciales, músculos del pecho, del abdomen y del diafragma y con una carcajada se ponen en funcionamiento cerca de 400 músculos, incluidos algunos del estómago que solo se pueden ejercitar con la risa. Los músculos responsables mayores son:
- Músculo elevador del ángulo de la boca.
- Músculo elevador del labio superior.
- Orbicular de los ojos.
- El músculo risorio.
- El cigomático mayor.
- El cigomático menor.
- Depresor del labio inferior.
- Bucinador.
Todos ellos inervados por el nervio facial (séptimo par craneal) y en algún caso por ramas del quinto par craneal o trigémino.
Son innumerables los efectos de la sonrisa beneficiosos para el organismo. Liberación de endorfinas, activación del sistema inmunológico, previene el infarto por el masaje de los espasmos del diafragma durante la risa, lubrica los ojos por la lágrima, rejuvenece la piel por el efecto tonificante, relaja la mente (durante la risa no se puede pensar), aumenta la autoestima, mejora las habilidades sociales y relaciones, incluso disminuye la ansiedad.
Una buena salud bucal
Pero una sonrisa franca no es completa sin una buena salud bucal, nada más agradable que dejar ver unos dientes limpios, brillantes y bien alineados con unas encías sanas durante nuestra sonrisa.
Los dentistas de siembre hemos tratado de conservar y reconstruir la sonrisa con numerosas disciplinas, odontología conservadora, periodoncia, ortodoncia, endodoncia, prótesis, implantes, todas encaminadas a conservar, mejorar o reponer las piezas que se puedan perder. A veces por enfermedad y otras por un traumatismo que es responsable de la pérdida de gran número de dientes en niños y jóvenes.
También ayudan a mejorar nuestra sonrisa las técnicas de estética mediante la aplicación de microfilers, ácido hialurónico, botox o silicona.
Pero un gran papel en el cuidado no es del profesional sino de la persona que debe mimar sus piezas dentales y sus encías como si de un tesoro se tratasen.
Visitar al dentista es imprescindible
La industria farmacéutica emplea mucho dinero en obtener cada día mejores pastas dentales, colutorios y mayor calidad de los cepillos dentales para que el cepillado sea más efectivo. Nosotros sólo debemos tomarnos la pequeña molestia de unos minutos para mantener en perfecto estado nuestra mejor tarjeta de visita, y por supuesto visitar periódicamente al dentista para verificar y en su caso retocar o recomponer los daños sufridos.
La sonrisa ha merecido multitud de páginas en la prosa y en la poesía.
Decía Pablo Neruda en el poema ‘Tu risa’…
Quítame el pan, si quieres,
quítame el aire, pero
no me quites tu risa.
No me quites la rosa,
la lanza que desgranas,
el agua que de pronto
estalla en tu alegría,
la repentina ola
de plata que te nace…
La sonrisa ha merecido sitio de honor en la pintura y deslumbró a grandes genios como Rembrandt, Rubens, Tiziano, Frans Hals, Murillo con sus “dos mujeres en la ventana” de 1670. Y sobre todo en la sonrisa más famosa y enigmática y con una magia increíble que podemos observar en “La sonrisa de Monalisa” de Leonardo Da Vinci.
Conservar en perfectas condiciones y usar frecuentemente (un amigo mío dice que cada 5 minutos) nuestra sonrisa es una labor en la que debemos implicarnos y seguro que el beneficio personal y socialmente. Merece la pena.