• ¿Suicidio? Quédate conmigo

    El Autor

    José Ismael Astorga Fidalgo

    Psicólogo voluntario de Lassus

    ¿Quién alguna vez no se ha preguntado qué se le puede pasar por la cabeza a una persona para que quiera quitarse la vida de manera intencionada? ¿Cómo puede una persona querer matarse si el instinto de supervivencia está en nuestro código genético?  

    La conducta suicida es sin duda el comportamiento humano más difícil de comprender y explicar. Una de la realidades conocidas de la morbilidad suicida es que las personas con ideación suicida no quieren morir solo quieren dejar de sufrir. 

    REALIDAD 

    Cuando hablamos de suicidio, nos estamos refiriendo a una de las principales causas de muerte en el mundo, según cifras que maneja la OMS, se espera que, en 2020, un millón y medio de personas mueran anualmente de esta manera, en un ejercicio de imaginación podíamos ver que todos los habitantes de un país como Estonia, se quitasen la vida, cada año. Estas cifras se multiplicarían por 4 en el caso de intentos de suicidio.  

    La conducta suicida es sin duda el comportamiento humano más difícil de comprender y explicar

    En un estudio realizado sobre epidemiología pediátrica realizado en 17 países Europeos, European Study on the Epidimiology of mental Disorders (ESEMeDcon una muestra de 84580 adultos, concluye que, en los países encuestados, una media de 9,2 personas de cada 100 pensará en suicidarse a lo largo de su vida, 31 lo planificarán y 2,7 lo intentarán. 

    En Europa las Tasas que se manejan son muy dispares, pasando de un 32,9 personas por cada 100.000 personas muertos por suicidio en  Lituania,  a un 3,3 en Grecia, siendo la media en la Unión Europea de 11,8. 

    España afronta una media de diez suicidios al día

    Las cifras en nuestro país, aunque por debajo de la media europea no dejan de ser alarmantes, Según la EDCM ( Estadísticas por Defunción por Causa de Muerte), en 2016 en España, se produjeron 3.569 suicidios siendo 3 de cada 4 hombres, ello supone una media de 10 suicidios al día.  

    En este baile de cifras  se tiene la certeza que subestima la realidad, muchas de las muertes por suicidio son silenciadas, bien por causas legales, morales o por imposibilidad de demostrar la intencionalidad de la muerte. 

    NUESTROS   JÓVENES 

    En España, un caso particularmente preocupante, se encuentra en la población infanto- juvenil, siendo la tercera causa de muerte más frecuente en la franja de edad de  15 a 25,  en lo que llevamos de siglo cerca de 1000 niños y adolescentes se ha quitado la vida, siendo más frecuente aún  la ideación autolítica. 

    Buscando una explicación al la conducta suicida 

    Numerosos son los modelos que se atreven a dar explicaciones sobre la conducta suicida, una cosa clara se puede discernir sobre ellos y es que no existe una “personalidad suicidaLos factores que llevan al adolescente intentar quitarse la vida tiene un origen multicausal y los podemos dividir en: 

    Factores de riesgo  

    Se podría denominar de riesgo aquellos factores que pueden hacer predisponer a una conducta suicida, entendiendo que cuantos más factores de este tipo concurran en una persona más “posibilidad”  tendrá de desarrollar la conducta 

    • Depresión mayor; la sintomatología en depresión dispara el riesgo en ambos sexos. 
    • Trastorno mental previo; el 90 % de los adolescentes que presentan una conducta  suicida,  presentan alguna patología mental previa ( depresión, abuso de sustancias, esquizofrenia, trastorno bipolar etc…) 
    • Intento de suicidio previo; este es uno  de los factores predictores de un intento de suicidio futuro. 
    • Edad; Las tasas más elevadas se dan entre los 15 y 19 años. 
    • Sexo masculino; si bien es cierto que las tentativas son más comunes entre la población femenina, es entre los varones donde el la consumación de la conducta suicida es más elevada. 
    • Factores psicológicos;  una personalidad perfeccionista, la rigidez cognitiva, la desesperanza, las distorsiones cognitivas, déficit en habilidades sociales, dificultades en la resolución de problemas, madurez cognitiva, se identifican claramente con este tipo de conducta. 
    • Impulsividad; sobre todo a la hora de la lesiones autolíticas en menores de 15 años. 
    • Factores biológicos; Los déficit en serotonina y el exceso de noradrenalina, están presentes en muchos casos. 
    • Antecedentes de suicidios en la familia. 
    • Sucesos vitales estresantes; episodios de abuso infantil y sucesos traumáticos, estarían detrás de muchos casos de conductas suicidas. 
    • Apoyo social; La relaciones sociales pobres o problemáticas como el bulling están relacionadas con un alto nivel de ideación suicida. 
    • Orientación sexualla no aceptación por parte de la persona o por el entorno social puede provocar una gran angustia vital. 

    Factores precipitantes 

    Son aquellos que pueden disparar la conducta suicida, entre ellos podemos encontrar: 

    • Acontecimientos vitales estresantes. 
    • Crisis con los padres. 
    • Problemas con el grupo de iguales; muy frecuente en chicas a causa de conflictos sentimentales. 
    • Conflictos familiares; divorcio de los padres, duelos, violencia doméstica… 
    • Dificultades escolares; al no alcanzar los estándares esperados, se producen menoscabo a la autoestima que favorece la ideación suicida. 

    Factores protectores 

    Estos factores actuaran en salvaguardia del adolescente, ayudando a mitigar la probabilidad de autolesión del adolescente: 

    • Relaciones satisfactorias con la familia. 
    • Habilidades en resolución de problemas. 
    • Actitudes y valores positivos. 
    • Sexo femenino 
    • Creencias culturales, étnicas o religiosas 
    • Nivel educativo. 
    • Autoestima  
    • Inteligencia 
    • Sistema de apoyo y recursos. 

    FALSOS MITOS 

    El suicidio es un tema muy estigmatizado en nuestras vidas, como tal, el desconocimiento sobre él hace que evitemos cualquier tipo de información respecto del mismo y más aún cuando se trata de reconocerlo en nuestros hijos. Sin embargo existen una serie de mitos muy extendidos en la “saber popular” que más que ciertos, son contrarios a esta realidad, vamos a nombrar unos cuantos: 

    • El que se quiere matar no lo dice; la mayor parte de las personas que han intentado suicidarse, previamente expresaron su intención con palabras, amenazas, gestos o cambios de conducta.  
    • El que lo dice no lo hace; es muy importante detectar estas señales de riesgo. Debe tomarse muy en serio cualquier amenaza de autolesión. 
    • El suicidio no puede ser prevenido, pues es un impulso; todo adolescente que intenta suicidarse evidencia una serie de conductas que se denominan Síndrome Presuicidal, que identificado previamente puede evitar la consumación de la conducta. 
    • El hablar sobre suicidio puede incitar a hacerlo; Está demostrado que hablar sobre suicidio ejerce una disminución en la conducta, ejerciendo una ventilación personal, que puede ser la única forma de frenar en un joven esta conducta. 
    •  El suicida desea morir; el adolescente no quiere morir, quiere dejar de sentir dolor, y ve en el suicidio la única manera de hacerlo. 
    • El que intenta suicidarse es un cobarde o valiente; Las cualidades de valentía o cobardía no son atribuibles a una persona con este grado de angustia vital. El suicida no soporta el dolor sentido solo quiere dejar de sufrir. 

    AYUDA A LOS FAMILIARES 

    La familia juega un papel crucial ya que será con quien esté, entable el mayor contacto y pueda frenar las ideas suicidas del joven. Estar atentos a una las señales de alerta,  tener un plan establecido, ayudarán sin duda al control de esta conducta. 

    Señales de alerta 

    • Habla de suicidarse; verbaliza “quiero matarme! o “voy a suicidarme”. 
    • Ofrece señales como; “no seré un problema por mucho tiempo más” o “si me pasa lago quiero que sepáis…” 
    • Manifiesta sentimiento de soledad y aislamiento. 
    • Manifiesta emociones contenidas de alejamiento y huida. 
    • Expresa sentimientos de impotencia, aburrimiento, inutilidad, fracaso, pérdida de autoestima, desesperanza. 
    • No responde a elogios. 
    • Tiene dificultades a la hora de comer o dormir. 
    • Se aleja de sus amigos o actividades para e gratificantes. 
    • Regala sus posesiones más preciadas. 
    • Aumenta el consumo de alcohol o drogas. 
    • Cierra asuntos, visita  o llama a personas para despedirse. 
    • Piensa que el sufrimiento es muy grande y que no puede con él. 
    • Piensa constantemente en la muerte. 
    • Tiene dificultad para concentrarse. 
    • Le da vueltas y más vueltas a problemas que parecen no tener solución. 
    • Aumentan las molestias físicas. 
    • Aparecen lesiones físicas;  

    Si nuestro hijo o allegado tiene el perfil y notamos cambios como los aquí expuestos  tenemos que ayudarle, hay que recordar que el suicida no se quiere morir, solamente quiere dejar de sufrir, es el momento de hacerle sentir ¡QUÉDATE CONMIGO!     

    Algún consejo que nos puede ayudar 

    • Acepta sus sentimientos. 
    • No lo juzgues. No cuestiones si el suicidio es o no correcto. No des sermones sobre el valor de la vida, esto solo incrementará su mal estar. 
    • Demuestra y ofrece tu apoyo. Acércate y muestra que estás disponible. 
    • Intenta tranquilizarle 
    • No te muestres espantado, esto solo pondrá distancia entre vosotros 
    • Busca ayuda entre familiares y amigos. 
    • No le dejes solo. 
    • Aíslale de los métodos letales. 
    • Busca ayuda en un profesional, el puede ayudar al niño, y establecerá un plan de seguridad que haga menos probable que se quite la vida 

    DESDE LASSUS 

    Desde nuestra asociación estamos empezando a trabajar desde los centros educativos para la difusión, identificación e intervención de la conducta suicida, queremos ayudar a las familias, centros educativos e instituciones, que se puedan encontrar en este tipo de situación, trabajando con los adolescentes que se encuentran en este problema y apoyándoles en este proceso tan duro, que es el que un joven vea como única salida a su malestar quitarse la vida. 

    No olvidemos que el suicida se maneja en la ambivalencia de quitarse la vida o seguir viviendo, solo quiere dejar de sufrir, por lo tanto tenemos que convencerle ¡QUÉDATE CONMIGO! 

    quedateconmigo@asociacionlassus.es

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