• Tantos lazos como motivos para apoyar una enfermedad

    No hay margen para malentendidos. El lazo rojo es el de la lucha contra el sida; el rosa abandera el cáncer de mama; el azul es el color del autismo; el verde es el color de la Asociación Contra el Cáncer, pero el lazo simboliza tanto la depresión como el glaucoma; el amarillo representa a los afectados por espina bífida y el lazo dorado, que inunda este mes todo tipo de edificios, es el del cáncer infantil.

    Desde el año 1978, el lazo dorado es el símbolo que representa a los pacientes de cáncer más jóvenes de todo el mundo. El color dorado honra su valentía en la lucha contra el cáncer infantil y adolescente, representando el color de la esperanza.

    El presidente de Afanion, Juan García Gualda, ha subrayado a www.diariosanitario.com que el lazo dorado es un símbolo que recuerda tanto a los niños como a sus familias que no están solos, que una ciudad, una institución o la comunidad escolar están con ellos.

    Durante septiembre, instituciones y monumentos de todo el mundo se visten con lazos dorados

    Bajo el lema “Enciende la esperanza” y con el hashtag #EnciendeLaEsperanzaNiños con cáncer, grupo del que forma parte Afanion, impulsa esta iniciativa de Childhood Cancer International para dar visibilidad a los menores que padecen cáncer infantil y adolescente. Durante septiembre, instituciones y monumentos de todo el mundo se iluminan y cuelgan lazos dorados para visibilizar una enfermedad.

    La campaña se sustenta en que cada 3 minutos un niño es diagnosticado de cáncer en algún lugar del mundo. Se estima que unos 250.000 niños y adolescentes son diagnosticados con una de las 16 formas de cáncer infantil, que son diferentes de los cánceres de adultos.

    Un gesto tan sencillo como subir una fotografía con un lazo dorado a las redes sociales se traduce en un signo de apoyo

    La ausencia de registros de cáncer infantil en la mayoría de países de todo el mundo ha llevado a los investigadores a la conclusión de que este número está muy subestimado y que un sinnúmero de otros niños y adolescentes con cáncer no se registran y ni se contabilizan.

    En España, el cáncer infantil es la primera causa de muerte por enfermedad en niños y adolescentes de 1 a 14 años.