
Las agresiones contra los profesionales de la salud en España está alcanzando cifras insospechadas, forzando no solo a las autoridades a tomar medidas cada vez más estrictas, sino también incentivando a los hospitales a invertir en nuevas medidas de protección para los pacientes y el personal.
Con la llegada de la pandemia a España, el sector salud se vio severamente afectado, con las agresiones contra el personal volviéndose prácticamente una rutina. Aunque era un fenómeno conocido para estos profesionales en nuestro país, la situación empeoró significativamente en los últimos años.
Aunque la época de la pandemia ya parece un recuerdo lejano, las consecuencias se siguen sintiendo en buena parte de los centros de salud españoles. No es coincidencia que, desde hace poco más de un año, hayamos presenciado un mayor número de reuniones y estrategias para mitigar este tipo de eventualidades.
Riesgos en los hospitales
Los riesgos serían muchos y muy variados, con las agresiones más comunes incluyendo amenazas, coacciones e incluso altercados físicos, y con las víctimas más frecuentes siendo mujeres. Según reportes, uno de los principales detonantes serían las pretensiones poco realistas por parte de los pacientes al momento de recibir atención y solicitar recetas específicas.
Además de las probabilidades de daño físico y una disminución en la calidad del servicio como consecuencia de estas agresiones, los pacientes también enfrentan riesgos adicionales al visitar los centros de salud. La contracción de enfermedades contagiosas por parte de otros pacientes, sería una de las más comunes.
Por último, los riesgos generalizados que experimentan tanto pacientes como profesionales de la salud incluyen el funcionamiento defectuoso de equipos y maquinaria, robos y asaltos debido a ingresos no autorizados, lesiones por caídas (especialmente en pacientes mayores o con movilidad reducida), peligros estructurales como incendios, e incluso catástrofes naturales.
Hospitales más “inteligentes”
Una de las soluciones más efectivas para mitigar estos retos es el desarrollo de hospitales “inteligentes”, basados en herramientas tecnológicas avanzadas para facilitar un monitoreo mucho más completo, así como para acelerar la respuesta a situaciones que pongan en peligro a pacientes y profesionales.
● Videovigilancia
Las cámaras de video están ganando importancia al momento de mejorar la seguridad en los hospitales, permitiendo monitorear las instalaciones en todo momento, al tiempo que se crea un registro audiovisual de cada cosa que ocurra para llevar a cabo procedimientos legales en caso de que se presenten agresiones.
En lo referente a la protección de los pacientes, los dispositivos modernos cuentan con herramientas adicionales para detectar situaciones de riesgo de manera autónoma, incluyendo accidentes como caídas, o determinando si un paciente muestra señales de portar una enfermedad contagiosa.
Algunos sistemas, como el que utilizaría una cámara PoE, incluso facilitan la instalación al disminuir el cableado, permitiendo una disposición mucho más versátil de equipos.
● Control de acceso
El control de acceso también está ganando relevancia, con buena parte de las agresiones viniendo de parte de pacientes no agendados. Estos también ayudan a segmentar las instalaciones mediante credenciales especiales, haciendo que solo el personal autorizado pueda moverse libremente en el hospital.
Estos equipos, que pueden combinar claves, pines de seguridad, tarjetas magnéticas e incluso reconocimiento biométrico, también son esenciales a la hora de evitar los robos, tanto internos como externos.
● Interconexión
De la mano del Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés), los hospitales son capaces de controlar mejor las diferentes áreas del hospital, monitoreando con mayor precisión el estado tanto de los pacientes como del equipo, y brindando soluciones mucho más precisas. En el caso de agresiones, estos entramados también permiten una comunicación veloz, alertando tanto al personal como a las autoridades.
● Seguimiento
Desde la pandemia, cada vez más centros de salud están invirtiendo en herramientas efectivas para la detección de patógenos y la desinfección tanto del personal como de pacientes. En su mayoría, se trata de dispositivos “wearable” para monitorear signos vitales específicos, así como buenas prácticas, incluida la limpieza adecuada de las manos.
● Telemedicina
Cuando se trata de evitar el contagio, especialmente en periodos de epidemias (como puede serlo el invierno), es importante que los centros de salud cuenten con las herramientas necesarias para proveer servicios de telemedicina. Esto incluye una buena conexión a internet, así como equipo audiovisual de calidad para poder brindar consultas más efectivas.
Si bien este tipo de consultas no sustituyen a las visitas tradicionales, brindan una herramienta adicional al momento de acompañar a los pacientes, permitiendo que incluso estos aprendan cómo utilizar dispositivos básicos de manera adecuada, y evitando la congestión de los centros de salud.
Crear un ambiente seguro en los hospitales españoles no solo es esencial para permitir que los profesionales de la salud puedan trabajar de manera digna, sino también para asegurar que la calidad del servicio es la mejor posible, logrando mejores diagnósticos y creando una experiencia positiva en el proceso.