• Toxina botulímica, un arma contra la vejiga hiperactiva

    Un 25% de las mujeres y un 16% de los hombres se enfrentan a una molesta patología llamada vejiga hiperactiva, que aumenta la frecuencia de las micciones. El urólogo Juan Gabriel Lorenzo ha impartido una charla en el Colegio de Farmacéuticos para analizar cómo se trata a estos pacientes y el papel que tienen en esta patología cada uno de los profesionales de la salud. La cirugía se considera el último recurso, mientras que la toxina botulímica -bótox-, aunque sólo funciona temporalmente, reduce las micciones.Laboratorio 20041122-10

    Dentro del plan de formación mensual que el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Albacete ofrece a sus colegiados, se ha celebrado una charla formativa bajo el título “Manejo integral del paciente con vejiga hiperactiva”, que ha contado con la participación de un treintena de farmacéuticos.

    La charla ha abordado tanto el rol del médico en el manejo del paciente afectado con esta patología como el papel del farmacéutico comunitario. El ponente encargado de impartirla ha sido el doctor Juan Gabriel Lorenzo, facultativo del servicio de Urología del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete.

    La vejiga hiperactiva o incontinencia urinaria de urgencia se caracteriza por la pérdida repentina de orina con una sensación urgente de ganas de orinar, con un aumento en la frecuencia de las micciones y con la necesidad de levantarse varias veces por la noche para orinar.

    El doctor Lorenzo ha asegurado que la vejiga hiperactiva es una patología altamente prevalente en la población, que afecta a un 25% de las mujeres, sobre todo, con la llegada de la menopausia, y en 16% en el caso de los varones.

    Los pacientes no piden ayuda porque consideran que se trata de un problema propio de la edad

    cop

    Un momento de la charla.

    El ponente ha indicado que en el caso de las mujeres es a partir de los 50 años cuando éstas empiezan a tener problemas por la llegada de la menopausia y sus alteraciones hormonales y aparece esta patología. El problema, como ha apuntado el facultativo especialista de Urología, es que tanto hombres como mujeres en su mayoría no consultan este problema de salud porque lo consideran normal y algo propio del envejecimiento.

    Juan Gabriel Lorenzo también ha trasladado a los farmacéuticos la necesidad de aunar criterios en el tratamiento y derivación de los pacientes con vejiga hiperactiva a los especialistas entre ambos profesionales sanitarios, al tiempo que ha aclarado que los tratamientos en función de las circunstancias de cada paciente van desde la instauración de hábitos de vida saludables, pasando por fármacos, la administración de bótox y la cirugía.

    En concreto, el doctor Lorenzo ha indicado que el uso de botina botulínica funciona como tratamiento para frenar la frecuencia de las micciones, aunque se deben administrar nuevas dosis a los seis o nueve meses de las primeras administraciones.

    A diferencia de estos últimos tratamientos más novedosos o los farmacológicos, que son más empleados por los pacientes con esta dolencia, la cirugía sólo se emplea en casos excepcionales.