• Tranco del Lobo, una ruta de las que hacen afición

    El Autor

    Manuel Martínez Vergara

    Dentista y senderista

    La ruta del Tranco del Lobo, desde Casas de Ves, es un recorrido, de algo más de 11 kilómetros, de los que hacen afición. Está perfectamente señalizada y tiene de todo. Los cruces por puentes, los caminos, las subidas y bajadas y las vistas hacen de una apuesta de senderismo sencilla el escenario ideal para disfrutar de todo lo que nos rodea sin prisas.

    Salimos de Albacete pasadas las dos de la tarde. Estamos en marzo y, aunque hay más luz, aún no ha cambiado la hora. Nos dirigimos hacia Casas Ibáñez y atravesamos Casas de Ves, donde, al llegar al parque, cogemos el primer camino a la derecha. Desde el principio de la ruta del Tranco del Lobo nos encontramos con señalizaciones clarísimas de un recorrido circular que no llega a los doce kilómetros.

    Sólo vamos dos andarines de Diario Sanitario, la multimedia, y yo, que siempre hago de brújula. Tenemos a dos de baja, uno acatarrado y Terto, con algo más serio, pero progresando adecuadamente. Los otros dos van de excusa en excusa, pero confiamos en que vuelvan al redil. Ya se sabe: “Ante el sedentarismo, senderismo”.

    La tarde es increíble. De manga corta, vemos cómo la primavera empieza a despertar. El campo pide agua, pero aún así, los frutales en flor y el verdor de las siembras delatan el cambio. Nos ensimismamos viendo las cabezas de fraile, una flor peculiar.

    Lo más parecido que vimos a un lobo.

    Central del Bosque

    La ruta está tan bien señalizada que llegas al Tranco del Lobo, una vieja central hidroeléctrica, sin casi darte cuenta. Así, después de una bajada importante, cómoda y en pista, admiramos las peculiaridades de las edificaciones que quedan en pie y empezamos la subida. Pasamos también por la Central del Bosque o Molino de Don Benito, por donde cruzamos el puente. A partir de ahí, cogemos una senda antigua que nos sorprende por lo bonita que es y lo accesible, ya que al ascender haciendo zetas la subida no se hace dura.

    Finalmente, subimos a la Ceja y de ahí al punto geodésico de Tainadas (735 m). Llegamos al atardecer. De hecho, un rebaño de ovejas se recoge al tiempo que nosotros regresamos al coche.

    Tanto nos ha gustado la ruta que prometemos regresar con los enfermos ya recuperados y los ausentes perdonados. El colofón lo pone el bar de la plaza de Casas de Ves, cocina de diez y un camarero la mar de simpático.

    📍 Aquí puede consultar la ruta en Wikiloc

    ➡️ Tiene otras rutas en la sección ‘Senderismo’

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