• Piden que haya UCRIS en todos los hospitales

    La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) pide que todos los hospitales se doten de una UCRI (Unidad de Cuidados Respiratorios Intermedios). Destacan que las UCRIS han demostrado ser de gran utilidad en la pandemia para el cuidado de los pacientes respiratorios COVID-19 y no COVID. Y que así se ha evitado “casi el 50% de los ingresos de los pacientes graves con COVID-19 en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCIS)”.

    ucris hospitales

    Estas son las principales conclusiones de un estudio publicado en Archivos de Bronconeumología, firmado por autores de SEPAR, y que inaugura este Año SEPAR dedicado a las UCRIS.

    Este trabajo ha analizado el papel de las UCRIS en la pandemia. Estos espacios se han habilitado para atender a los pacientes con neumonía por COVID-19, que podían desarrollar insuficiencia respiratoria grave, y ofrecerles soporte respiratorio no invasivo (SRNI) y un manejo eficaz en tres vertientes: evitar la intubación en los pacientes más graves; tratar a los no candidatos a la intubación; y sacar lo más rápido posible a los ingresados de las UCIS.

    El estudio, de diseño prospectivo, ha consistido en dirigir una encuesta a todos los servicios que contaban con una UCRI en el momento de su realización, durante la primera ola de COVID-19 en España.

    En total, han participado 67 hospitales, a los que corresponde un registro global de unos 40.000 pacientes atendidos hasta la fecha del estudio. De estos centros, 28 (42%) ya tenían UCRI y 11 (16%) la crearon a raíz de la pandemia.

    Espacios que crecen

    De las 28 UCRIS previas a la COVID-19, 7 de cada 10 han crecido durante la pandemia, mediante la ampliación de sus espacios o creando otros nuevos.

    Su media de camas también ha aumentado y se ha situado en 14,82 camas en las UCRIS preexistentes y en 7,91 en las UCRIS creadas en la pandemia. En cambio, antes de la pandemia, la media de camas por UCRI era solo de 4,07.

    Estos espacios se han habilitado para atender a los pacientes con neumonía por COVID-19, que podían desarrollar insuficiencia respiratoria grave. Y ofrecerles así soporte respiratorio no invasivo (SRNI) y un manejo eficaz en tres vertientes: evitar la intubación en los pacientes más graves; tratar a los no candidatos a la intubación; y sacar lo más rápido posible a los ingresados de las UCIS.

    “Hemos aprendido mejor en qué tipo de paciente respiratorio podemos evitar la intubación”. “También que las UCRIS deben ser flexibles y ampliar su capacidad, con un mayor número de camas, para dar acogida a un mayor número de pacientes, durante los picos de las olas, y retroceder, volviendo a su tamaño normal o basal, cuando hayan pasado estos picos”, afirma la doctora Olga Mediano, neumóloga y coordinadora del año 2022 de las UCRIS.

    “Además, durante la pandemia creamos una zona ‘limpia’ en las UCRIS, para pacientes sin COVID, y otra zona ‘sucia’, para pacientes con COVID, y ahora hemos visto que en los hospitales deben permanecer los
    dos tipos de UCRIS”, explica Mediano.

    Características clave

    SEPAR considera que, en lo sucesivo, las UCRIS deberían reunir tres características. En primer
    lugar, es imprescindible que estén presentes en cada hospital, de modo que, si no lo ha hecho aún, cada centro ponga en marcha este recurso asistencial.

    En segundo lugar, que sean flexibles, de manera que el número de camas y recursos profesionales y materiales que se dediquen a estas puedan ampliarse y replegarse según el número de pacientes que tengan que atender.

    Y, en tercer lugar, deben ser homogéneas, en cuanto a su presencia en el territorio, la formación de sus profesionales y el tipo de manejo terapéutico que proporcionan a los pacientes. Para lograrlo, ha establecido objetivos de formación, objetivos científicos y objetivos solidarios.

    Indican que en esta línea, y para conseguirlo, van a trabajar.

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