Juan Javier Andrés
“En la situación que ha imaginado, camarada, los estadounidenses se enfrentarían al mismo dilema al que nosotros nos enfrentamos ahora. ¿Usted iniciaría la Tercera Guerra Mundial con motivo de un ataque a un país vecino de segunda fila?”, le espeta un asesor al presidente de China, Chen, en su Sala de Crisis. Es el gran interrogante que asalta a este dignatario. También a la presidenta de Estados Unidos, Pauline Green. El mundo al borde del cataclismo nuclear. A un paso del abismo nuclear. Asomado, como nunca, a la Tercera Guerra Mundial. Un escenario imaginario, apocalíptico al que nos somete Ken Follett en su última y atosigante novela, Nunca.
El escritor superventas británico, famoso por Los pilares de la Tierra, abandona su gran pasión literaria, la Edad Media y las catedrales, para sumergir al lector en otro conflicto internacional, otra guerra, como ya hiciera en su apoteósica y densa trilogía sobre el siglo XX y las dos Guerras Mundiales (La caída de los gigantes, El invierno del mundo y El umbral de la eternidad). En este ocasión lo hace con un galopante ejercicio de imaginación que, entre espías, servicios secretos, tensiones geopolíticas, presidentes y asesores, empujará al mundo a un conflicto nuclear cada vez más inevitable entre las dos grandes potencias mundiales, Estados Unidos y China. Un callejón sin salida con pinta de vendetta. “Mientras se aplicara el ojo por ojo, el recrudecimiento sería inevitable: más ira, más venganza, más violencia”, expresa con pesar una agente de la CIA estadounidense, Tamara.
Follett imagina una contienda nuclear
Follett nos ofrece en Nunca otra de sus novelas corales, invadida por un ejército de personajes tan dispares como variopintos que surten al lector de todos los puntos de vista posibles de un conflicto global. Desde los altos mandatarios de Estados Unidos, China, Francia, Corea del Norte o del Sur pasando por agentes de la CIA estadounidense, espías franceses, el jefe del servicio secreto de China (el Guoanbu), el máximo responsable de la CIA o el Pentágono, y hasta un espía chino en Corea del Norte.
Sus voces y el trepidante ritmo narrativo acercarán al lector a una escalada bélica cada vez más inevitable, cada vez más agresiva. También describirán los esfuerzos de la diplomacia de altos vueltos para evitar todo conflicto nuclear. “Así es como trabajamos para que haya paz en el mundo —prosiguió la presidenta de Estados Unidos, e intentó hacer un comentario jocoso—: Los diplomáticos hacen ruido en silencio. Nuestras armas son la previsión y la sinceridad”.
La novela, entretenida en su conjunto, y asfixiante por momentos, tiene otras muchas lecturas. Nos aproxima al conflicto entre las dos Coreas y la estrecha relación entre Corea del Norte y China. Describe la feroz apropiación de materias primas por parte de China en África a cambio de infraestructuras y otras inversiones. También nos pone en alerta sobre la alargada sombra del terrorismo islámico en el África más profunda. Nos sumerge en las tensiones y las rivalidades entre el ala más dura y el ala más aperturista dentro del gobierno chino. Todo ello con esas dosis de tragedia, amor y acción que destilan todas las novelas de Ken Follett.
Citas destacadas:
“La incompetencia puede resultar tremendamente estable”
“Ningún informador es totalmente de fiar, Karim. En el fondo, todos se mueven en el engaño”
“Lo que debemos hacer es impedir que los guerreros de ambos bandos conviertan esto en un baño de sangre”
“La vida es riesgo —gruñó Huang. —Y la política es el arte de evitar esos riesgos —replicó Kong”
Claves:
- Título: Nunca.
- Autor: Ken Follett.
- Género: ficción.
- Año de publicación: 2021.
- Páginas: 840.
- Comentario: entretenida.