• Una España tercermundista en transporte

     

    El Autor

    José Vaquerizo

    Presidente de Metasport Castilla-La Mancha y ex atleta paralímpico

    Muchas veces me pregunto ¿por dónde se pasa mi país los Derechos Humanos? Y muchas otras veces me respondo “por donde amargan los pepinos”. Esta respuesta tiene demasiados argumentos para estar en el siglo XXI y vivir en el país que vivimos, supuestamente una España que presume de estar entre los países más desarrollados del mundo.

    Hoy me voy a centrar en algunos argumentos que podrían poner en duda el derecho a poder viajar con libertad.

    A lo largo de media vida viajando por toda España y parte del mundo en casi todos los medios de transporte que existen me he encontrado con muchas anécdotas propias de siglos pasados en un país ¿desarrollado? Estas historietas evitables que sufrimos las personas con algún tipo de discapacidad te hacen ser diferente sin serlo por la carencia que tenemos de no normalizar lo que debería ser normal. Al no hacerlo, la vida que llevamos se convierte en  una constante superación diaria para vivir dignamente.

    ¿Os imagináis a una persona que solo pueda viajar de un sitio a otro en periodo vacacional escolar? Ese soy yo. Los autobuses procedentes de Valencia que pasan por Albacete y tienen parada en mi pueblo, Povedilla, sólo tienen la posibilidad de ser accesibles para personas que utilizan silla de ruedas en Navidad, Pascua y de últimos de junio a mediados de septiembre, ya que los demás días la flota de autobuses con rampa la utilizan los centros escolares de educación especial. Además, si quieres viajar en las fechas que estén disponibles estos autobuses, tienes que solicitar dos días antes este tipo de transporte adaptado. ¿Lo más normal no sería que todos los autobuses tuviesen rampa?

    El sentido común, si aún queda en este país, debe asomarse algún día para que los Derechos Humanos se cumplan, que para eso los impusieron tres años después de la II Guerra Mundial, ya que humanos somos todos, aunque a veces algunos piensen que somos extraterrestres, animales o seres extraños de la naturaleza.

    Por otro lado está la Red Ferroviaria Española tan modernizada últimamente pero igual o peor accesible que siempre. Desde que el AVE apareció en diciembre de 2010 en el Levante uniendo Madrid, Cuenca y Valencia, las personas con discapacidad de Valencia que viajan a Albacete, como es mi caso, se han visto perjudicadas a causa de la retirada de los Alvia, trenes para todas las personas, y en su lugar han puesto los Intercity, ninguno adaptado para personas que utilizan sillas de ruedas. Los dos o tres regionales son los únicos adaptados para todas las personas que transitan de Valencia a Albacete y viceversa. Además, estos trenes solo tienen una plaza para silla de ruedas, lo que significa que dos viajeros en silla de ruedas en el mismo tren no pueden coincidir.

    Los altos cargos de España que piensen antes de decir que somos un país desarrollado y que recapaciten para mejorar este país ¿tercermundista? Por favor, actúen para que España sea un país para todos y hagan que los Derechos Humanos sean útiles para toda la Humanidad independientemente de su condición.