Más de sesenta investigadores de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) han recorrido esta semana los colegios e institutos de la región para hablar del cerebro, la resistencia a los antibióticos, los peligros de las terapias alternativas, las células, la salud auditiva o la búsqueda de bacterias. Así, la divulgación científica ha llegado a más de 5.500 estudiantes. El objetivo ha sido tanto acercar la ciencia a la población como sembrar nuevas vocaciones.
Química, neurociencia, cambio climático, alimentación o salud han dado forma a la Semana de la Ciencia en Castilla-La Mancha. Este año, además, ha contado con el impulso de la recientemente creada Unidad de Cultura Científica y de la Innovación (UCLMdivulga) de la UCLM.
Francisco Javier Molia, Leticia Belmonte, Yolanda Espín, Susana Seseña, Alberto Nájera, María Carolina Ruiz, María Julia González, Ramón Pla o Sandra Cebada forman parte de la larga lista de científicos que han dejado a los alumnos con la boca abierta.
El cerebro
Como ejemplo, en el colegio Mari Llanos Martínez de Albacete, el psicólogo Rigoberto López, de la Facultad de Enfermería, ha propuesto a alumnos de 8 y 9 años fantasear con el símil de que un cerebro se parece a una nuez y está estructurado como una casa de dos pisos. Así el rinencéfalo o cerebro primitivo seria la planta baja, donde se desarrollan las funciones vitales y satisfacen las necesidades básicas; el prosencéfalo o cerebro cortical sería la primera planta, un luminoso salón estudio para las cognitivas y, la escalera que comunica ambas plantas, el mesencéfalo o cerebro límbico, desarrollaría las emociones.
Sensación, cognición y emoción serían las contribuciones más importantes de cada una de estas estructuras al funcionamiento integrado del cerebro.
Para terminar, el profesor les ha propuesto cinco minutos de auto observación para responder a las preguntas: ¿qué sensaciones tengo? ¿Qué está pasando por mi mente? o ¿cómo me estoy sintiendo?.
Como Rigoberto López, los profesores universitarios e investigadores han combinado teoría, práctica e imaginación para divulgar.
Y es que, como decía el científico Eduardo López-Collazo en Albacete: «Una sociedad muy cercana a la ciencia generará políticos cercanos a ella»