
El médico Fernando Lamata, quien fuera consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha, insiste en que la vacuna COVID carece de sentido si no llega a todo el mundo
Aquí ya no vale el sálvese quien pueda, porque este es un problema que afecta a todo el mundo.

Es pura miopía querer resolver tu cuita dejando a los demás morir en la cuneta, porque los virus no conocen fronteras y volverán otro día a saldar cuentas contigo.
“Mis vacunas
-dice un alto ejecutivo-
no son para los indios
son para vosotros
que podéis pagarlas
a buen precio.
Y el precio, criaturas,
no es lo que cuesta
es lo que yo digo
y lo que mando
porque soy yo quien tiene
la sartén por el mango,
el monopolio,
la patente que me dan,
una y otra vez,
vuestros gobiernos incautos.
Basta de patentes que crean monopolios
Ya sé que la investigación
-mi gran coartada-
la están pagando ustedes
con los precios abusivos
de mis medicamentos
y con inversiones directas
que ustedes me financian.
¿Pero qué culpa tengo yo
de su supina ignorancia?”
Por eso le digo a mi gobierno que ¡ánimo!
que basta de patentes que crean monopolios,
basta ya de barreras que matan
y enriquecen a unos pocos llenando sus bolsillos
con el dolor de millones de personas.
¿Qué es eso de la compra anticipada
que acapara vacunas para unos
y deja para otros
la limosna y la muerte?
¿Dónde quedan los derechos humanos?
¿Dónde quedan, entonces
los derechos humanos?
Dejémoslo claro:
La vacuna de la COVID no debe tener patente
la vacuna de la COVID ¡es de la gente!
No. La vacuna no vale
si no es para todos.
No hay derecho
No me cuenten más cuentos.
Cada vez somos más los que pensamos
que no hay derecho,
y que las cosas pueden ser de otra manera,
sin barreras,
sin monopolios ni especuladores,
sin sálvese quien pueda,
y que debe haber medicinas para todos
con investigación abierta y compartida
con un fondo global que garantice
la producción mundial a precios justos,
a precios asequibles,
pagando lo que cuesta sin abusos.
¿En qué soy yo mejor que tú?
Un mundo en el que pueda
mirarte frente a frente y a los ojos
y no sentirme indigno de mi mismo,
porque, vamos a ver,
¿en qué soy yo
mejor que tú
para tener yo vacuna
y no tú?
No quiero jugar más al sálvese quien pueda
No. La vacuna no vale
si no es para todos.
Ya no quiero jugar más
al sálvese quien pueda,
quiero salvarme contigo
y todos juntos.