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La médico Verónica Plaza tenía dos pasiones desde pequeña, la pintura y la medicina, vocaciones que acaba de aunar en las paredes de Urgencias del Hospital General Universitario de Albacete. Pero su idea va más allá. Quiere transformar desde la fría y marrón fachada de su hospital hasta los rincones más oscuros de su ciudad.
“Quise recuperar los valores”
Es una apasionada de la medicina y la ejerce en Urgencias, donde una sola jornada puede partirte el corazón. Por eso la médico albaceteña Verónica Plaza lo da todo en cuanto se enfunda el uniforme y se cuelga el fonendo, porque sabe que cuando salga tiene una vía de escape en su pintura, en el color con el que inunda cada obra.
A esta médico de Familia formada en Santander le vale todo, el pastel, la acuarela, el óleo, el espray o el vinilo con el que está llenando de color las frías estancias de las Urgencias del Hospital General de Albacete.
Bajo el lema ‘Somos’, Verónica Plaza está transformado las grises paredes con dibujos que representan la paz, el respeto, la vida, el abrazo o el amor. Y es que no le gustó el papel de víctimas que adquirió el personal sanitario durante el desastre que se vivió en la primera ola del coronavirus. “Pobre es quien lo ha perdido todo, a un ser querido, su trabajo”, explica la Dra Plaza mientras recuerda que la idea de llevar su obra a Urgencias surgió cuando vio que los aplausos quedaban en el olvido. “Quise recuperar los valores”.
De su obra, llaman la atención el impacto del color, el dominio del mismo, del dibujo y la luz, junto con el hecho de que en sus retratos no haya mascarillas.
Verónica Plaza ha pintado Urgencias con principios como el respeto
Y así es como Verónica Plaza ha convertido el arte en una terapia complementaria. Los pacientes llegan a Urgencias y, antes de contar qué les trae allí, se hacen una fotografía junto a un corazón gigante o a un gran abrazo.
Detrás de ese color está una médico que ha conseguido aunar sus dos pasiones para curar y cuidar. Con una vida a caballo entre Albacete y Santander, porque también comparte su debilidad por ambos puntos de la geografía tan distantes, no entiende su día a día si no es entre pacientes y pinceles.
A sus 42 años, Verónica Plaza se alegra de haber elegido la carrera de Medicina, ya que no había otro camino para ejercerla, y la pasión por la pintura que le inculcó su madre, maestra de Infantil, desde que era pequeña.
Entre ambos caminos, el de la pintura y el de la medicina, entre dos ciudades, Albacete y Santander, ha curado y ha expuesto su obra. Ahora, junto a Juanga Cedos, también ha llenado de color el pasaje Masso de Albacete. Y su aventura hospitalaria no ha terminado. Aún le quedan más valores para representar en Urgencias y el reto de humanizar una vieja fachada de ladrillo caravista.
