• Viruela del mono: tranquilidad vigilante

    El Autor

    Ignacio López-Goñi

    Catedrático de Microbiología

    Según datos de la OMS, desde enero hasta el 15 de junio de 2022 se habían registrado 2.103 casos de viruela del mono en humanos en 42 países (y un fallecimiento en Nigeria).

    España es el segundo país con mayor número de casos, después de Reino Unido

    España es el segundo país con mayor número de casos, después de Reino Unido. Según datos del Ministerio de Sanidad actualizados del 16 de junio, se han notificado 497 casos, más del 70 % en la Comunidad de Madrid. El 99% son hombres con una media de edad de 36 años. Once han necesitado ser hospitalizados, y no ha habido ningún fallecimiento. El mecanismo de transmisión más probable, en los casos en los que hay información, es el contacto íntimo a través de relaciones sexuales de hombres con hombres.

    Distribución geográfica de los casos de viruela del mono notificados o identificados por la OMS a partir de fuentes públicas oficiales, entre el 1 de enero y el 15 de junio de 2022, 5 p. m. CEST, (n=2103). OMS

    Tranquilidad vigilante

    El conocimiento que tenemos actualmente de las características del virus y de la enfermedad nos permite ser optimistas sobre el futuro desarrollo de este brote.

    A diferencia de la covid-19, la viruela del mono no es un virus nuevo, es relativamente estable y la inmunidad que se adquiere una vez pasada la enfermedad es duradera, no se transmite de forma muy eficaz entre personas y la enfermedad que produce es leve en la mayoría de los casos.

    Además, gran parte de la población adulta ya tiene cierta inmunidad previa por la vacuna contra la viruela, se puede detectar rápidamente y existen vacunas de tercera generación y nuevos tratamientos específicos para los casos más graves.

    Sin embargo, el hecho de que la enfermedad continúe expandiéndose en países donde hasta ahora no era endémico es motivo de preocupación. Cada vez hay más casos y en más países y no se puede descartar que el virus se extienda en otros grupos poblacionales.

    Preocupa también que el virus pueda saltar del ser humano a los animales, y que, a través de las mascotas, por ejemplo, puede llegar a otros animales silvestres, donde pueda establecerse y hacerse endémico en países no africanos (este virus puede infectar a más de 40 especies animales distintas, especialmente roedores). Que la viruela del mono llegue a establecerse fuera del continente africano no es una buena noticia.

    Hasta ahora, lo mismo que en España, la inmensa mayoría de los casos han ocurrido en hombres que han tenido sexo con otros hombres. Esto no significa que sea una enfermedad de homosexuales; cualquier persona puede llegar a infectarse. Pero el riesgo para la población general es bajo. Sin embargo, los hombres que frecuentan fiestas o locales en los que se mantiene sexo con otros hombres, con varias parejas y en muchas ocasiones sin conocer siquiera la identidad de la otra persona, tienen un riesgo alto de infectarse. No cabe duda de que hay que conseguir un equilibrio entre informar y no discriminar a ningún colectivo, pero para proteger a estas personas, a los más vulnerables en este caso, hay que informar con claridad.

    Responsabilidad personal

    Siendo España uno de los países con mayor número de casos, sorprende la ausencia de información por parte de las autoridades sanitarias, especialmente ahora en verano donde proliferan los festejos y eventos multitudinarios. Es muy importante explicar cómo se contagia la enfermedad, qué síntomas tiene y, sobre todo, cómo prevenirla. Informar, sin discriminar, para proteger a los colectivos con mayor riesgo.

    La viruela del mono se puede contagiar a cualquier persona:

    • a través del contacto personal cercano, a menudo por el contacto piel con piel, por contacto directo con el sarpullido, llagas o costras que aparecen en la piel;
    • por contacto con objetos, telas (ropa, ropa de cama o toallas) y superficies que hayan sido utilizadas por alguien infectado;
    • a través de gotitas respiratorias o fluidos corporales.

    Todo esto puede ocurrir durante el contacto sexual íntimo, que incluye sexo oral, anal y vaginal o tocar los genitales o el ano, abrazar, masajear o besar y hablar de cerca, tocar telas y objetos durante las relaciones sexuales que hayan sido utilizados por una persona infectada, como ropa de cama, toallas y juguetes sexuales.

    Los primeros síntomas son parecidos a muchas infecciones virales y pueden incluir:

    • fiebre,
    • dolor de cabeza,
    • dolores musculares y de espalda,
    • escalofríos,
    • cansancio y agotamiento.

    Una característica es la inflamación de los ganglios en cuello, axilas e ingles, principalmente.

    Normalmente, tres días después de la aparición de los primeros síntomas comienza una erupción típica en la piel desde el sitio de la infección primaria que se propaga rápidamente a otras partes del cuerpo. A veces aparecen cerca de los genitales o el ano, pero también en otras áreas como las manos y los pies. También pueden aparecer en el pecho o la cara.

    Las llagas pasarán por varias etapas antes de formar una costra y sanar. Pueden estar incluso dentro del cuerpo, en la boca, la vagina o el ano. El virus se puede propagar desde el momento en que comienzan los síntomas hasta que todas las llagas hayan sanado y se haya formado una nueva capa de piel. Esto puede tardar varias semanas.

    Recomendaciones

    Para controlar estos brotes y evitar que la viruela del mono se extienda entre la población y acabe siendo endémica en Europa, es fundamental que, si alguna persona tiene la más mínima sospecha de tener la enfermedad y presenta alguno de estos síntomas, busque atención médica inmediatamente. Algunas recomendaciones de la OMS:

    • las personas con signos y síntomas compatibles con la viruela del mono deben abstenerse de entrar en contacto cercano con cualquier otra persona y deben evitar asistir a reuniones,
    • se debe evitar el contacto cercano con alguien que tenga signos o síntomas compatibles con la viruela del mono, incluido no tener contacto íntimo o sexual; el preservativo no va a evitar la transmisión del virus;
    • los casos confirmados deberían permanecer aislados hasta que las pústulas curen por completo, evitando el contacto con cualquier otra persona y mascotas; la mayoría pueden permanecer en su casa con cuidados de apoyo;
    • los contactos cercanos deben vigilar el desarrollo de los síntomas hasta 21 días desde la última exposición a un caso confirmado;
    • los casos sospechosos o confirmados deberían colaborar con las autoridades sanitarias y proporcionar toda la información necesaria para poder hacer una investigación epidemiológica adecuada, detectar a los posibles contactos y poder así cortar la cadena de transmisión y controlar el brote;
    • en algunas reuniones o eventos, se recomienda introducir listas de asistencia para los participantes, si es posible, para facilitar el rastreo de contactos en caso de que se identifique un caso de viruela del mono;

    Cómo se extienda la viruela del mono en el futuro dependerá de los esfuerzos que se hagan para su control. Cuanto más temprano sea el diagnóstico más rápido se podrá detectar y aislar a los pacientes, reduciendo la transmisión del virus. No hay que alarmar a la población, tranquilidad vigilante, pero es necesario informar sin discriminar para proteger a los que están en riesgo. Hay que aplicar la responsabilidad individual con el objetivo de preservar la salud individual, la de las personas con las que se interactúa y la de la comunidad.


    Una versión de este artículo fue publicada originalmente en el blog del autor, microBIO.


    Ignacio López-Goñi, Catedrático de Microbiología, Universidad de Navarra

    Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.

    The Conversation

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