La vitamina D es uno de los nutrientes fundamentales en la salud musculoesquelética, ayuda a absorber el calcio de los huesos para que estos estén fortalecidos. También es un factor indispensable para el sistema inmunitario de la población, además de sus posibles efectos en enfermedades autoinmunes, cardiovasculares, diabetes y cáncer.
En los últimos años, los especialistas en salud han analizado las consecuencias generadas por el importante aumento de la demanda de vitamina D en los pacientes. Por este motivo, la Sociedad Española de Medicina de Laboratorio (SEQCML) se ha detenido en ello.
En estos momentos, la Medicina de Laboratorio abarca la prevención, el diagnóstico, la monitorización y el tratamiento de las enfermedades para conseguir el máximo beneficio para los pacientes, sin embargo, también debe trabajar en liderar un nuevo modelo de laboratorio fundamentado en la medicina basada en valor.
Deficiencia de la vitamina D
Llegar a definir la deficiencia de la vitamina D es uno de los temas que continúa suscitando controversia entre la comunidad científica. En la actualidad, el déficit de este nutriente a nivel mundial está presente y viene asociado a factores como los cambios en los estilos de vida, la contaminación, el uso de protectores solares o el incremento de la obesidad. En Europa, entre un 35-70% de la población muestra concentraciones insuficientes de vitamina D[i].
Para conocer y entender con más detalle las bases de las discrepancias sobre la deficiencia de la vitamina D, se han publicado a lo largo de este año 2024, distintos documentos de consenso y guías de práctica clínica.
El creciente interés por la vitamina D en los últimos años ha generado un incremento de las solicitudes de análisis de este nutriente de manera exponencial. Y es que los tratamientos con vitamina D aportan importantes beneficios a los pacientes, contribuyendo en muchos casos, a mejorar la salud ósea y muscular.
Finalmente, la definición de concentraciones adecuadas de vitamina D sigue siendo un motivo de controversia entre los especialistas. «No existe ninguna evidencia que apoye la medida de la concentración sérica de vitamina D en la población general sin riesgo de déficit; por tanto, no se recomienda el cribado en la población general sin factores de riesgo de déficit de vitamina D», advierten desde la SEQCML.
15 minutos al día de sol son suficientes
La vitaminada D es esencial para nuestro organismo. Resulta fundamental para la absorción y el metabolismo del calcio. El mantenimiento de un nivel adecuado de vitamina D es importante a lo largo de todas las etapas de la vida, especialmente importante para los niños, mientras sus huesos y dientes están en desarrollo, y para los adultos en la prevención de la osteoporosis.
Además, la vitamina D juega un papel importante en los sistemas nervioso, muscular e inmunitario e, incluso, influye en el estado de ánimo de las personas.
¿Qué podemos hacer desde casa?
Para obtener esta vitamina una de las opciones es la exposición a la luz solar. Aunque permanezcamos en casa bastaría con abrir la ventana o salir al balcón y exponernos al sol – la cara, las piernas y los brazos- durante 15 minutos al día, aproximadamente.
Además, a través de la alimentación también podemos mejorar nuestros niveles de vitamina D.
¿Qué alimentos tienen vitamina D?
Los pescados grasos como el atún, el salmón y la caballa se encuentran entre las mejores fuentes de vitamina D, además del hígado.
Otros alimentos que proporcionan vitamina D en menor cantidad son el queso, las yemas de los huevos y los hongos, como los champiñones.
Fuente: Sescam