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Subir al volcán de Cancarix (Hellín) en primavera es como vivir una aventura en el contexto de Alicia en el país de las maravillas. El escenario, lleno de flores, con formaciones rocosas inverosímiles y suelo con aires marcianos, es propio de El Señor de los Anillos. Además, la ruta, muy bien señalizada, requiere esfuerzo, pero no entraña dificultad.
- Cancarix es el único volcán de la península ibérica cuya chimenea ha quedado al descubierto por la erosión.
Llegar al volcán es tan sencillo como desviarse a Cancarix por la autovía de Murcia y coger la carretera que lleva a Agramón. Hay dos caminos de tierra que salen a la derecha en dirección a nuestro objetivo, pero nosotros cogimos el segundo.
La clave está en llegar a ese camino de tierra, donde se debe dejar el coche. Una vez ahí, todo es coser y cantar. Como el itinerario está marcado, sólo hay que caminar, sin prisa, para admirar las formaciones rocosas, las vistas y la variedad de plantas y flores.
Nosotros llegamos sobre las 4 de la tarde, después de tomar un café en Cancarix y salir de Albacete a las 14.30 horas. Tuvimos luz de sobra para completar la ruta circular subiendo al punto geodésico. El broche final lo pusimos en el bar de Llanos, en el Cascorro de Pozo Cañada, pero ese es un problema que tenemos con la adicción a la tortilla y los higadillos que no viene al caso para referirnos al volcán.
Cuando llegas a lo que sería el pitón del volcán, la imagen es impactante. Parece que has viajado al centro de la tierra, que una explosión de flores te ha trasladado de Albacete a alguna isla exótica.
Entre el paisaje volcánico, modelado por millones de años, surgen una flora y una fauna únicas. De hecho, durante el recorrido, no faltaron ni las cabras ni el vuelo de unas rapaces que ves en primer plano mientras sobrevuelan las zonas rocosas.
Explosión de color
- Entre las flores que se pueden ver durante el recorrido están glodiolo de Llyria, abrotano hembra o santolina, el tartago de bosque o lechetrezna, la malva arbórea o lavatera, albaida, lentisco, férula, jara blanca o el gamón, que, como puede verse en la última imagen, está en su mejor momento.
No hay fotografía, ni vídeo o texto capaz de explicar una ruta en la que se alinearon los astros. La primavera y la temperatura idónea con el cielo de marzo nublado dieron forma a una tarde difícil de igualar.
Como anécdota, decirles a nuestros lectores que, junto al punto geodésico, hay un bote que hace las veces de libro de visitas. Ahí dejamos nuestra ‘señal’.
