• Y después de la UCI… ¿qué?

    El Autor

    Isabel Murcia

    Intensivista

    “Ya hace 6 meses que todo en mi vida cambió. Pasé de una simple gripe a decirme que debía ingresar en una UCI porque tenía una infección severa. De ahí todo rápidamente hacia abajo, como si te tirases por un largo y empinado tobogán. Ingreso en la UCI, me dicen que tienen que dormirme, dos días de ventilación mecánica, siete de ingreso en UCI y diez más en planta hasta que por fin pude de nuevo marchar a casa.

    Y aquí me encuentro, sentada en un sillón y mirando a una pared en blanco.

    Dicen que ya estoy bien, que sólo fue una infección y que tengo que dar las gracias.

    Pero aquí sigo, sentada en un sillón y mirando a una pared en blanco.

    Estoy bien pero… ¿porqué todavía me tiemblan las manos en una simple tarea, que hace 6 meses podía repetir tantas veces que casi no era consciente que la realizaba?.

    Estoy bien pero… ¿Por qué tengo tanto miedo? ¿Por qué de repente sin saber el motivo, mi corazón se acelera, todo a mi alrededor se ensombrece y pienso que todo se va a desmoronar?

    Muchas cosas no las reconozco y en este nuevo paisaje que me ofrece la vida no sé quién soy.

    Puedo respirar, sí, no tengo fiebre, puedo levantar mis manos, mi corazón funciona, puedo caminar pero… ¿Por qué no estoy bien?

    Todos a mi alrededor me dicen y repiten:

    -¡Qué alegría, que bien te veo, estás fenomenal!

    Pero no estoy bien.

    Hace unos días me llamaron del Hospital, era una enfermera de la UCI donde estuve ingresada y me hizo algunas preguntas, una de ellas fue que si mi vida había empeorado después del ingreso en la UCI.

    Me paré y por primera vez pensé:

    -Es cierto, mi vida ya no es igual, me cuesta pensar, me cuesta dormir, quiero llorar, tengo miedo, quiero estar sola…

    ¿Por qué no estoy bien?

    Quizás esa infección me produjo heridas que no han curado, heridas que no se ven y que necesitan tiempo en curar, heridas difíciles de entender… también por mí”.

    El síndrome post UCI

    El número de pacientes que sobreviven a una enfermedad crítica está aumentando.

    Un alto porcentaje de estos pacientes, entre el 30% y el 50 %, después del ingreso en UCI pueden manifestar síntomas físicos, como dolores, dificultad de movimiento, debilidad, alteraciones del sueño…, síntomas de deterioro cognitivo: como problemas de memoria, dificultad para centrar la atención… o problemas psicológicos y de sentimientos como ansiedad, depresión o síndrome de estrés postraumático.

    Es el conocido como síndrome post UCI, que puede hacer que un 50% de pacientes después de volver a casa no puedan incorporarse a su puesto de trabajo, son incapaces de realizar su vida cotidiana y en muchas ocasiones necesiten ayuda.

    Este mes de julio en la revista Intensive Care Medicine se ha publicado un articulo titulado “El impacto de la incapacidad en los supervivientes de una enfermedad crítica”.

    Este artículo quiere mostrar la incidencia de incapacidad a los 6 meses del alta de enfermos ingresados en cinco UCIs australianas.

    Hacen una valoración de los déficit a nivel cognitivo, movilidad, auto cuidado, relaciones interpersonales, trabajo, rol en el hogar y la participación en la sociedad.

    Observan que a los 6 meses del alta aparece incapacidad leve en un 50% e incapacidad moderada a severa en un 25%.

    Los enfermos que tuvieron una incapacidad moderada-severa mostraron limitaciones en sus actividades normales, como dificultad para retornar a su trabajo y una calidad de vida disminuida debido a su estado de salud.

    Las secuelas que puede dejar una enfermedad crítica a todos los niveles, todavía no están bien estudiadas, pero vemos que cada vez con más frecuencia se está describiendo el llamado Síndrome Post UCI y que es necesario reconocerlo e identificarlo para de esta forma dar apoyo y tratamiento a los pacientes que así lo necesiten.

    Artículo publicado en la página de información para pacientes y familiares creada por el personal de la UCI de Albacete http://humanizauciab.com/.

    Bibliografía:

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