• Cuarenta años de vocación

    Marilí Atiénzar, enfermera.

    Marilí Atiénzar, enfermera.

    Dejará un vacío en el Servicio de Neonatología difícil de llenar. La enfermera Marilí Atiénzar se jubila después de 40 años trabajando con los niños prematuros. Detrás quedan innumerables recuerdos para una profesional apasionada de su trabajo. No se ha movido de las incubadoras ni ha dejado de hacer noches. Le tentaron con el cómodo horario de un centro de salud, pero sus recién nacidos tiraron más.

    Ha sido una maestra. Albaceteña de Pozo Lorente, llegó al Hospital General después de cinco años en una UCI neonatal de Madrid. Su experiencia fue básica, ya que la llegada de esta enfermera a Albacete coincidió con la puesta en marcha de los cuidados intensivos neonatales en el Hospital. Atiénzar recuerda que nadie estaba preparado para un reto semejante, pero a base de trabajo y dedicación, aquella época tan dura también se superó.

    Recuerda con mucho cariño a Roque Tébar, el jefe de servicio que abrió la UCI para los recién nacidos. También se va con palabras de agradecimiento para el jefe de Pediatría, el doctor Andrés Martínez, quien “siempre ha dado la cara por la enfermería”

    Marilí Atiénzar

    Imagen de Marilí Atiénzar cuando empezó a trabajar.

    Atiénzar empieza una etapa añorada por muchos, la de la jubilación. Sin embargo, en su caso, se va llorando. De hecho, ya está hablando con Cáritas para buscar una nueva misión con la que ocupar el tiempo libre. Aún no se puede creer que haya terminado una etapa profesional tan larga como grata. Ahora también le llega el turno a sus hijos, a su marido y, sobre todo, a su nieto.

    Marilí Atiénzar aportó su experiencia en la puesta en marcha de la UCI neonatal

    En su memoria queda el caso de una niña que pasó nueve meses en el servicio

    En cuarenta años, Marilí Atiénzar no ha olvidado a ninguno de sus pacientes, como Triana y Sara, las últimas en pasar por sus brazos. Tampoco podrá borrar de su memoria a una niña que tuvieron durante nueve meses en las incubadoras. “Estábamos deseando ir a trabajar para verla”. Al final, la adoptaron, pero se ataron unos lazos que aún hoy siguen ahí.

    Pilar Vela, Nieves Martín, Cándida, María Ángeles, Ana Soriano, Rosa, Adela o Manoli. Marilí Atiénzar se va con decenas de nombres y miles de recuerdos, de las enfermeras, de los auxiliares, los pediatras, los padres y, por supuesto, los niños.

    Marilí Atiénzar

    Compañeras de Neonatos.

    Marilí Atiénzar