• “Sólo pido cogerle la mano a mi hijo”

    Elías G. P. se enfrenta a un dilema. Padre de un niño autista de seis años, debe someter a su hijo a una operación que, aunque sencilla, requiere anestesia. Ha pedido, con un informe psicológico que lo recomienda, que el Hospital General Universitario de Albacete le permita coger la mano de su hijo hasta que lo duerman, pero le han negado esta petición, por protocolo, y han pasado a su hijo al final de la lista de espera quirúrgica, cuando la intervención, para cortar el frenillo (frenuloplastia), es fundamental para que el niño siga avanzando con su logopeda.

    El informe psicológico del menor, firmado por una de las psicólogas de la Asociación Desarrollo-Autismo de Albacete, advierte de que “situaciones nuevas y/o no previstas desencadenan en él estados de angustia y ansiedad“, lo que puede provocar “un retraso de los objetivos ya cumplidos”.

    Elías, comprende que haya un protocolo que cumplir, pero ha intentado, sin éxito, que le permitan explicar su situación a los anestesistas que vayan a atender a su hijo, con el fin de que entiendan que la suya, como la de la mayoría de los niños con trastorno del espectro autista, es una situación extraordinaria. El niño es muy nervioso, reacción que se acentúa cuando no está en su entorno, máxime si le tocan, de ahí que el padre haya propuesto, si es imposible que él entre al quirófano, que lo seden en la habitación para que cierre los ojos viendo caras conocidas.

    Ante la negativa a cogerle la mano hasta que lo duerman, el padre ha desistido de la intervención, pero porque no puede imaginar a su hijo solo en el quirófano, rodeado de extraños y fuera de sí ante la posibilidad de que el personal sanitario se le acerque. Agarrarlo o forzarlo, como ha pasado en una ocasión en la que le contrariaron sin querer, podría provocar en él un retraso de todo lo avanzado hasta el momento.

    Elías presentará este jueves una reclamación con la esperanza de que el gerente dé permiso para que coja la mano de su hijo, lo que espera que siente un antes y un después para un protocolo que, en su opinión, no se puede aplicar por igual a todos los niños.

    Después de un mes de espera, el lunes llamaron del hospital para comunicar a Elías que operarían a su hijo el jueves. Como lo han pasado al final de la lista, este padre teme que, cuando le vuelva a tocar, ya no valgan las pruebas y haya que empezar de nuevo.

    Este padre ha recurrido también a Ciudadanos, partido político que se ha comprometido a hacer lo que esté en su mano, proponiendo medidas que “humanicen” protocolos del Sescam que, como éste, no contemplan las recomendaciones de un informe psicológico.

    Actualización:

    Elías cambiará los protocolos