Carlos y Carmen ya están en casa. Su testimonio, que harán público en diciembre en unas jornadas sobre humanización sanitaria, será la crónica de un hito, la del primer trasplante de riñón de donante vivo en Castilla-La Mancha, que se llevó a cabo en el Hospital General Universitario de Albacete el 18 de septiembre de 2017. Un éxito que se perfila cada día que pasa y que hay que atribuir a todo el centro sanitario, ya que se han implicado más de quince especialidades y decenas de profesionales de un sinfín de titulaciones, desde médicos, psicólogos, farmacia, enfermería o celadores hasta administrativos, abogados o el juez decano Pedro Benito, que ha agilizado todos los trámites legales.
El Hospital General Universitario de Albacete ha escrito ya tres fechas en la historia sanitaria de Castilla-La Mancha en este terreno. En 1991 se llevó a cabo en este centro la primera extracción multiorgánica; en 2003, aquella mítica noche de San Juan, se realizaron con éxito los dos primeros trasplantes renales de donante cadáver y 2017 será el año del trasplante de donante vivo.
Este paso ha cambiado la vida de una madre, la donante, y un hijo, el receptor, que podrá continuar con su carrera universitaria en lugar de depender de las tediosas horas junto a la máquina de diálisis. En una multitudinaria rueda de prensa, el nefrólogo Francisco Llamas puntualizaba que, en este caso, la donante está más satisfecha, si cabe, que el receptor. Tendrán que pasar seis meses para garantizar el éxito, pero la evolución es la esperada.
A partir de ahora, los próximos trasplantes de donante vivo se llevarán a cabo en Albacete, en lugar de derivarlos al Clínico de Barcelona, como se hacía con los cuatro casos anuales que se solían dar en la provincia. De hecho, hoy se ha reconocido a todo el Hospital General, al espíritu solidario albaceteño y a los doctores Antonio Prieto y Pedro López, del hospital murciano Virgen de la Arrixaca, porque ayudaron con su experiencia en la extracción del riñón de la donante, que se llevó a cabo con una mínima incisión, a través de laparoscopia.
Urología, Nefrología, Medicina Interna, Inmunología, Análisis Clínicos, Salud Mental, Anatomía Patológica, Unidad de Cuidados Intensivos o Anestesia forman parte de la larga lista que se puede atribuir este hito.
Así lo han puesto de manifiesto en una numerosa rueda de prensa el director de la gerencia albaceteña, Ibrahim Hernández; el coordinador de Trasplantes, Fernando García y el director general de Asistencia Sanitaria del Sescam, José Antonio Ballesteros, quien no ha dudado en calificar de hito esta intervención, la primera en la región, aunque ha puntualizado que no significará que todos los casos de Castilla-La Mancha se deriven a Albacete. Ballesteros ha destacado que el Servicio de Nefrología es puntero.
Por su parte, el jefe del Servicio de Urología, el doctor Julio Virseda, ha reiterado que este logro es la máxima expresión de coordinación hospitalaria.
El trasplante de donante vivo está especialmente indicado en los casos en los que el receptor es joven y se enfrenta a una insuficiencia renal muy avanzada. Es una puerta a la esperanza para un perfil que tiene que esperar más que el resto, ya que la mayoría de las donaciones de cadáver son de personas mayores.
No hay que olvidar que el año pasado más de 115 personas esperaban un trasplante de riñón en Castilla-La Mancha. Albacete tiene en estos momentos a 52 pacientes pendientes de esa lista.