• Un verano entre cistitis, otitis y diarreas

    Los cambios bruscos de temperatura; el desorden en las comidas; el bañador mojado; la cabeza sumergida en la piscina o los horarios maratonianos no dejan un respiro ni para orinar. En este contexto, el del verano, la patología de los centros de salud cambia. Si en invierno la reina es la gripe, el verano es la época de las cistitis, otitis, faringitis, diarreas e incluso dermatitis provocadas por el sol. Todo ello sin olvidar los esguinces por ese deporte que no se ha practicado en todo el año.

    El aire acondicionado habrá salvado de más de un golpe de calor, pero llegar sudando de la calle y entrar en una habitación que se asemeja a un frigorífico puede acabar con catarros de verano que, si no se tratan, llegan al otoño. Pero ésta no es la única consecuencia de la época estival que los médicos de Atención Primaria están viendo en sus consultas. El doctor Juan Solera, por ejemplo, no deja de ver faringitis, pero lo que más le preocupa es un diagnóstico que se repite en chicas jóvenes con trabajos estresantes. Dependientas, periodistas o enfermeras, que no tienen ni un minuto para orinar, acaban con cistitis consecuencia de retener la orina durante horas.

    También es un mal extendido el de las diarreas. Los cambios de alimentación; romper la cadena de frío con algunos alimentos; comer de más y diferente lleva a todo tipo de trastornos intestinales, pero el más común es la diarrea, en principio, inocua en una persona sana, pero que puede resultar muy peligrosa en mayores y lactantes.

    Periodistas, dependientas o enfermeras acaban con cistitis por aguantar la orina

    Si la doctora Somoza no deja de diagnosticar infecciones de orina, otitis externas y diarreas, el doctor Tárraga se está encontrando con un aumento de los accidentes, traumas, intoxicaciones alimentarias, otitis y dermatitis solares. En centros de salud diferentes coinciden las mismas patologías. Así, si Francisco Martín Ros, médico del Zona I de Albacete no está viendo cistitis, como sus homólogos del VI, VII y VIII, sí que se encuentra a diario con otitis y diarreas.

    La prevención está clara. No permanecer con los bañadores mojados; evitar los cambios de temperatura; llevar una alimentación ordenada o ponerse tapones para bucear. Y los tratamientos también son sencillos, pero los debe dictar el médico.