Volveremos pronto a Camerún

Ha pasado otro mes sin poder reemprender las expediciones al hospital en Camerún debido al coronavirus. Seguimos en estrecho contacto con ellos y sabemos que han disminuido sensiblemente los casos de coronavirus. Sin embargo, no hay informaciones oficiales sobre la incidencia de la pandemia en Camerún y no podemos corroborar esta información. Nos han informado que están restringidas las llegadas de pasajeros extranjeros al país.

Nos informan que la población en Dschang ya no usa mascarillas y que las escuelas y los bares están con el horario normal.

Sor Pilar ha redactado una carta destinada a Manos Unidas con la información del hospital sobre la pandemia. Nos hemos puesto en contacto con ellos y nos han autorizado a difundir la información, que os adjunto, con todos vosotros.

Seguimos enviando materiales para reponer los fungibles del quirófano, especialmente clavos y tornillos, pero también aprovechando el viaje de regreso de sor Pilar hemos enviado un motor quirúrgico, recipientes y esponjas del VAC, Clavos para fijadores externos y una variedad de productos que han llenado varias maletas.

El trabajo en el hospital se esta recuperando poco a poco. La población, al ir perdiendo el miedo, ya es capaz de ir a consultar sobre sus dolencias y siguen llegando las urgencias de traumatología que tratan los doctores Lionel y Alain.

También está trabajando en el hospital un joven post graduado que ha tenido una experiencia traumatológica en el hospital junto al Dr Lionel durante el último año. Puede ser un buen fichaje y ya llega con cierto entrenamiento.

Pandemia en el Hospital de Notre Dame de la Sante

Sor Pilar Cobreros
Hospital Notre Dame de la Santé

A partir de Febrero del 2020 comenzamos a escuchar la aparición y expansión de un virus a nivel de varios países asiáticos y europeos. Eran noticias bastante alarmantes por la velocidad de la propagación y la virulencia de la misma.

A primeros de marzo, desde el Ministerio de Sanidad en Yaounde se informó a nivel Nacional del aislamiento de uno  de los conyugues de un matrimonio proveniente de Francia y en menos de una semana lo que era un rumor se transformo en una pesadilla en las dos grandes ciudades de Cameroun: Yaounde y Douala. La primera victima de muchas fue la muerte de un doctor. Se nos puso en alerta a todos los hospitales y centros de salud.

Desde este momento se nos dieron muchas instrucciones, protocolos, llevamos a cabo miles de reuniones, pero cada uno teníamos que proveernos de los materiales y equipos de protección. El gobierno no nos daba nada. 

La protección

En nuestro Hospital, al tener durante todo el año diferentes campañas, estas aportan mucho material desechable que en España  se usa y se tira…pero como nosotras somos  bastante negadas a este  “usar y tirar” pues sabemos cómo funcionan por aquí las cosas… comenzamos a sacar cajas de nuestro almacén de batas plásticas, calzas, gorros y mascarillas. Como estas últimas eran  bastante escasas tuvimos que confeccionárnoslas nosotras mismas de tela y así  fuimos equipando a todo nuestro personal. No fue fácil hacer que todo el mundo respetara el uso continuo de las mascarillas teniendo en cuenta que se creía que  los afectados  estaban solo en Douala y Yaounde.

A finales de marzo, el gobierno cerró todas las escuelas, universidades e Iglesias de Camerún,  así como los bares y restaurantes. La sociedad africana y en concreto la rural por su manera de vivir, estructuración familiar y de vivienda, hacía imposible llevar a cabo las medidas e instrucciones con que el gobierno nos bombardeaba todos los días y bajo miles de formularios para que intentáramos evitar el contagio del virus pero eso si cada centro poniendo sus recursos. 

A primeros de abril el Hospital del Distrito al que pertenecemos pidió nuestro Hospital de Notre Dame de la Sante como Hospital de aislamiento para pacientes de COVID. Ante este nuevo giro no nos quedo mas remedio que aceptar y adaptarlo a la nueva situación. En menos de dos días la normalidad de las consultas se vio afectada pues no podíamos determinar quién estaba  infectado y quien no, hasta que el doctor les pasaba la consulta con el riego que esto suponía de contagio en la sala de espera y para todo el personal.

Mayo, el peor mes

Después de varias reuniones y  ayudas recibidas de varias ONGs Españolas pudimos habilitar una carpa grande y doble a la entrada del Hospital desde donde se le hacia el triage a todas las personas que venían a nuestro centro y desde ahí las ingresábamos directamente a la zona COVID o se las enviaba a sus casas. Pero en medio de todo esto al Gobierno no se le ocurrió mas feliz idea que reabrir bares y restaurantes… y así fue como en el mes de mayo todos los hospitales nos vimos desbordados por muchísimas personas afectadas, infectadas y muy graves a consecuencia del COVID. Fue un mes muy duro donde con pocos recursos, sin teses para el diagnóstico y con un tratamiento muy incierto, hicimos frente a esta situación.

La media de edad estaba entre los 30-50 años y los más afectados eran las personas diabéticas, hipertensas, obesas o con patologías respiratorias. En los más jóvenes, la sintomatología era más de la pérdida del olfato y el gusto. Hubo mucha “guerra” con el gobierno en lo referente a los  tratamientos, ya que este se negaba al uso de la chloroquina o la gratuidad de los mismos.

Tratamientos

En nuestro hospital el protocolo era la Azitromicina, Cardioaspirina, Chlorquina, vitamina C , paracetamol y a los más graves y con problemas respiratorios severos se les añadía dexametasona y les administrábamos un Sirope o Jarabe que elaboraba Monseñor Kleda Obispo de Douala,  al que la gente le tenía mucha confianza por los efectos producidos de expansión de las vías respiratorias y por tanto el alivio progresivo de su cuadro respiratorio y a todo esto hay que añadir que al estar  hecho con hierbas y plantas naturales, toda la población Africana es muy adicta a estas elaboraciones. Nos lo quitaban de las manos. Su  composición nunca la hemos sabido, era aceptado por el Gobierno y como digo se les daba a los pacientes más graves. Su administración era de 15 gotas tres veces al dia en un vaso de agua tibia antes de las comidas. Su faceta curativa la están estudiando.

En este mes de mayo tuvimos la siguiente estadística:

• Casos sospechosos: 423.
• Positivos confirmados PCR: 182.
• Positivos Hospitalizados: 63.
• Fallecidos: 16.

Gracias a Dios no hemos tenido ningún trabajador infectado directamente en el hospital. Tuvimos uno que enseguida lo aislamos y que se infectó en un funeral. Nos toco hacer rastreo entre los que estuvieron con él, pero ninguno salió positivo.

Desde el mes de julio no se están detectando casos nuevos y se está llegando a una cierta normalidad.

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