• Deporte adaptado, también en la escuela

    El Autor

    José Vaquerizo

    Presidente de Metasport Castilla-La Mancha y ex atleta paralímpico

    Lo fácil y desgraciadamente lo habitual en estos casos hubiese sido meter a cualquier niño con parálisis cerebral en un centro de Educación Especial.

    Cuando no existe alguien que te guíe hacia lo mejor para ti y/o para la sociedad se puede tener la sensación de no avanzar, quedarte estancado o retroceder educativamente hablando en comparación a otros países, consecuencia de la manera de educar en este país.

    Mi experiencia de vida me ha hecho reflexionar sobre cómo sería la mejor educación a emplear para prosperar en todo lo relacionado en la discapacidad, y es que un niño por tener una discapacidad no es diferente a los demás. En mi caso, que estudié en un colegio ordinario, he podido comprobar que mi educación tanto escolar como extraescolar ha marcado mi vida, ya que siempre me he sentido integrado en la sociedad de una forma u otra, viviendo cosas que probablemente de no haber estudiado con niños sin discapacidad “aparente” no hubiese vivido nunca o las hubieses vivido de manera diferente.

    A pesar de que la gran diferencia educativa vino cuando impartían la asignatura de Educación Física por la ignorancia del profesorado de cualquier colegio/instituto que había en aquella época sobre la existencia del deporte adaptado. Posteriormente, llegué a estar en la élite del deporte consiguiendo competir en europeos, mundiales y paralimpiadas.

    Mientras que estaba exento de la asignatura del “deporte”, tras muchas clases observando a mis compañeros hacer varias pruebas físicas como el text de Cooper, que consistía en recorrer la mayor distancia posible en doce minutos, de voleibol, de baloncesto o de balonmano, llegaba la última clase de cada mes que era libre y podían escoger el deporte que queríamos jugar todos, el fútbol. Era cuando entraba en acción haciendo sufrir a nuestro profesor que presenciaba cómo recibía balonazos en su cuerpo espástico pero al mismo tiempo se enorgullecía del buen trabajo que estaba haciendo al presenciar la facilidad que tenían todos sus alumnos de integrarse.

    Para concluir, creo que la educación es básica para lograr importantes cambios en la sociedad de este país. Para ello, debemos educar desde los primeros años de nuestras vidas aprendiendo a relacionarse con todo tipo de personas independientemente de su condición social, física o moral. Por lo que es importante que tanto en las licenciaturas como en las graduaciones de FCAFE y de Magisterio de Educación Física existiesen asignaturas de actividad física y deporte adaptado para personas con discapacidad, para conseguir en un futuro no muy lejano la inclusión para todos, que sería la meta máxima a alcanzar de los educadores.