• El respeto hay que ganárselo

    El Autor

    Mía Marín-Barnuevo Fabo

    Enfermera

    Simplemente se da por hecho, el respeto se debe… y estoy de acuerdo, así debe ser, a todos y cada uno de los que nos rodean, y sin olvidar jamás que hemos de empezar por respetarnos a nosotros mismos.

    Pero… no es gratuito, es decir, el respeto, pasado ese primer momento donde no cabe ninguna duda de que se ha de dar, hay que ganárselo, no cabe dar por hecho que es una deuda eterna que se va a mantener sin más.

    Y diría que esto último se nos olvida cada vez con más frecuencia a todos, en cualquier situación, en cualquier escalafón, aunque no hay duda de que en algunos de ellos mucho más.

    No deja de ser interesante comprobar cómo tanta gente parece que hiciera grandes esfuerzos para demostrar cuánto respeto se le debe y que esto sólo suponga que abiertamente se les deja de respetar, tampoco es algo definitivo. Casi siempre se está a tiempo de volver a ganarse el respeto de los demás, a veces cuesta y mucho, un jarrón roto no es nada fácil que vuelva a ser el mismo, aunque con cuidado y paciencia se puede lograr.

    Deberíamos tener todos más cuidado, controlar aquellos límites que nunca debiéramos traspasar, que el momento pasa, el aplauso es fácil, los respaldos desaparecen… y si no trabajamos para seguir siendo merecedores de respeto, no van a volver a regalárnoslo nunca más.