• El reto de Pablo: crónica de un triunfo

    Más de 650 kilómetros en bicicleta sin dormir, desde el Hospital San Juan de Dios de Barcelona hasta Albacete. Éste era el reto deportivo de un padre, pero no era la meta. José Luis López ha conseguido lo que pretendía, que su hazaña tuviera repercusión en los medios de comunicación nacionales, que todo el país se concienciara de la importancia de la investigación para salvar a niños que, como el suyo, luchan contra cánceres para los que apenas hay tratamientos.

    Y lo ha conseguido, aunque su médico de apoyo, el doctor Boira, no se explique cómo ha resistido sin dormir de jueves a sábado, con un simple paracetamol para el catarro y las manos “mágicas” de la fisioterapeuta.

    A las 12,40 horas, José Luis López llegaba a la plaza albaceteña de los Depósitos del Sol. El logro no era únicamente llegar, había conseguido salir en los telediarios con su historia, que su mensaje llegara a todos los hogares españoles. Detrás están el pediatra Lorenzo Boira, que iba en la caravana de apoyo, la fisioterapeuta Raquel Molano, sus hermanos Ángel y Juan Carlos o los ciclistas de Valdeganga, pero el verdadero protagonista ha sido Pablo y todos los niños que están o estarán en su situación, pendientes de que los investigadores avancen.

    Hoy Pablo tiene esperanza de vida porque ha entrado en un ensayo clínico que contaba con más de 300.000 euros de presupuesto aportados por la Asociación NEN, que lucha contra su enfermedad, el neuroblastoma, y el Hospital San Juan de Dios. José Luis podría haber dejado su lucha ahí, porque su hijo ha sido uno de los pocos afortunados, sin embargo se ha propuesto recaudar fondos y llamar la atención. De momento, lo ha conseguido, pero éste ha sido sólo el principio.

    Cabe recordar que el neuroblastoma, el cáncer que le diagnosticaron a Pablo en 2015, con dos años, era tan agresivo y complicado que estuvo dos décadas parado. La Asociación NEN reactivó su investigación. Aunque muchos de sus impulsores hayan llegado tarde, siguen trabajando para que la historia de sus hijos no vuelva a repetirse. “El reto de Pablo” no pretende recaudar fondos para el niño, para su tratamiento o cuidados. Hasta el último céntimo va directamente a NEN y a sus proyectos de investigación.