• Fumador, el farmacéutico te puede ayudar

    El Autor

    Sara Mínguez

    Doctora en Farmacia por la Universidad de Castilla-La Mancha

    En muchas ocasiones, el simple hecho de preguntar al usuario en la oficina de Farmacia, mientras recoge la medicación, si es fumador o no, puede sorprender al paciente, y hacer que se plantee dar el paso de dejar un hábito tan perjudicial como adictivo. Todavía más acentuado será este efecto si el farmacéutico descubre síntomas relacionados con el consumo del tabaco de los que no se había ni siquiera dado cuenta.

    Quien decide dejar de fumar, se enfrenta a un proceso largo y tórrido, sea con apoyo farmacológico o sin él.  Durante el proceso, habitualmente de un año, la persona fumadora puede sufrir una serie de cambios anímicos y morfológicos que mediante un buen consejo farmacéutico puede superar más fácilmente.

    El consumo de tabaco es determinante en el desarrollo de diferentes enfermedades como el cáncer. Además, fumar es agravante de patologías tales como diabetes, colesterolemia, hipertensión o asma y es la primera causa conocida de mortalidad y morbilidad evitables. Esto quiere decir que está en las manos del fumador, familiares y amigos poder evitar el efecto negativo que produce. Pero también es responsabilidad del farmacéutico de confianza ayudar y asesorar a la persona que decide comenzar a dejarlo.

    Interacciones

    En la persona fumadora se producen determinados cambios capaces de provocar interacciones con algunos medicamentos, debidos a los hidrocarburos aromáticos policíclicos que se producen por la combustión de la nicotina y demás sustancias que contiene un cigarrillo. Tanto es así, que podría ser necesario ajustar las dosis de los medicamentos empleados para muchas  enfermedades cuando el paciente suprima el aporte de cigarrillos a su vida cotidiana. Algunos ejemplos de patologías que pudiesen ser objeto de estos efectos serían las que afectan a la coagulación de la sangre, el tratamiento para la diabetes, asma y el uso de analgésicos, entre otras.

    El profesional sanitario no puede dejar de fumar por ti, pero sí puede potenciar la voluntad del fumador a dejar de serlo. Tenemos en nuestras manos mucha información y técnicas para ayudar y asesorar en los cambios de conducta que el fumador activo debe llevar a cabo. Por tanto, si has decidido dejar de fumar, sea la primera vez que lo intentas o hayas tenido ya varias tentativas, pide apoyo a la farmacia que ellos seguro que te pueden ayudar.