
En la mitología de muchas culturas, el Sol era un dios importante. Ya la religión monoteísta más antigua conocida, fundada en el antiguo Egipto por Akenatón, daba absoluta importancia al Sol como el único Dios, bajo el nombre de Atón “creador de todo lo existente”. En la antigua Grecia se consideraba al sol como un dios, Helios.
Los ojos son 20 veces más sensibles que la piel ante el sol
En las culturas iberoamericanas precolombinas también se adora al Sol. En el panteón religioso mexica, el Sol era considerado una deidad muy importante y debido a sus creencias, se solían hacer sacrificios humanos, para entregar su «soplo divino» al sol y mantenerlo vivo. La cultura Inca tenía como deidad al Dios Sol, llamado Inti.
En la simbología cristiana se identifica a Cristo con Helios y al círculo, con la eternidad. El Sol y la Luna simbolizan el oro y la plata, rey y reina, alma y cuerpo. El Sol y la Luna en la crucifixión simbolizan las 2 naturalezas de Cristo. El Sol es la morada del Arcángel Miguel. La luna es la morada del Arcángel Gabriel. El Sol es el Padre Universal. La Luna es la Madre.
A menor edad, mayor es la vulnerabilidad
Pero en el siglo XXI, sabemos que, al margen de su entidad mitológica tenemos que protegernos del sol. La población es cada vez más consciente de la importancia de proteger la piel con fotoprotectores solares, pero no toman las mismas medidas con los ojos. Aquí debemos de recordar: “Sus ojos son 20 veces más sensibles que la piel ante el sol”. Además «A menor edad, mayor es la vulnerabilidad de los ojos a la luz y a los rayos ultravioleta (UV)».
Durante el primer año de vida, el cristalino deja pasar hasta el 90 por ciento de la radiación UVA y el 50 por ciento del UVB
Durante el primer año de vida, el cristalino deja pasar hasta el 90 por ciento de la radiación UVA y el 50 por ciento del UVB. Entre los 12 y 13 años, estos porcentajes se sitúan en el 60% y el 25%, respectivamente. El ojo queda completamente desarrollado a los 25 años. A partir de esta edad, el cristalino funciona a pleno rendimiento y reduce la cantidad de rayos ultravioletas que llegan a la retina. Sin la protección adecuada, «el 80 por ciento de la radiación acumulada en la vista se produce antes de los 18 años», por lo tanto es muy recomendable proteger a los niños de la exposición solar ocular, ya que sin la protección adecuada, estos rayos llegan directamente a la retina, la parte más delicada del ojo.
Los efectos de los rayos UV sobre los ojos de los más pequeños pueden provocar conjuntivitis o causar patologías oculares más graves, como alteraciones agudas de la córnea, lesiones degenerativas y quemaduras agudas a la retina y cataratas.
Consejos para las gafas de sol de los niños
El Colegio Oficial de Ópticos y Optometristas de Cataluña (COOOC) junto con la Cruz Roja ponían en marcha una campaña de protección solar ocular que se puede resumir en los siguientes consejos:
- Recomiendan la visita al óptico optometrista especialista en filtros solares.
- Proteger los ojos durante todo el año.
- Elegir unas monturas de plástico por su durabilidad, resistencia, comodidad y coste.
- Dejar al niño que elija la montura de gafas de sol que más le guste: se sentirá más cómodo.
- Descartar los filtros demasiado oscuros.
- Aumentar la protección en las horas centrales del día con sombreros o gorras con visera.
- No fiarse de los días nublados.
- Tratar de dar ejemplo a los niños utilizando las gafas.