• Kurere: testimonios de superación

    Maite Montón lleva una década batallando contra el cáncer. Ha pasado por todo lo imaginable, desde quimioterapia, radioterapia y cirugía de mama hasta abrirle la cabeza en dos ocasiones. Pero su historia no da pena, no pide compasión. Inspira fuerza y valentía. Y su imagen tampoco es la de una mujer enferma o frágil sino la de esas ejecutivas que irradian respeto y admiración. Su testimonio, el de diez años de lucha y de proyectos, forma parte de las decenas de historias de Kurere, una página web que aglutina “palabras que curan”, experiencias de enfermos que aportan fuerza y optimismo. Y es que, como dice Kurere: “compartir el dolor es reducirlo”.kurere

    Kurere es una página web, una iniciativa sin ánimo de lucro, que aglutina cientos de historias de toda España. Los pacientes cuentan su experiencia en positivo, bajo la premisa de “palabras que curan, que alientan, que reconfortan“. Aquí está la prueba de que nadie está solo sea cual sea la enfermedad a la que se enfrenta. Encontrará a otros y aprenderá de ellos.

    Fibromialgia, esclerosis lateral amiotrófica, infarto, cirrosis, demencia o cáncer. Hay un sinfín de enfermedades que, como si de una tómbola se tratara, acaban tocando de cerca o de lejos a lo largo de la vida. Los testimonios de Kurere, como en el caso de Maite Montón, tratan de desmitificar la enfermedad y enseñar a exprimir la vida hasta el mundo de aprovecharla más y mejor que una persona que tiene el horizonte despejado de citas médicas.

    Kurere es un lugar “donde ayudar y buscar ayuda”

    Con 29 años, recién casada y trabajando en lo que le gustaba y por lo que tanto había luchado, el cáncer puso patas arriba la vida de Maite Montón. Pero, aunque no falten los altibajos, ella asume que “la enfermedad está en mi cuerpo, pero no le pertenezco, soy dueña de mi vida“.

    “Un espacio para unificar, crear y dar visibilidad así como notoriedad a testimonios optimistas, esperanzadores y de superación, en todo tipo de dolencias crónicas, anomalías genéticas y personas con capacidades diferentes”. En definitiva, tal y como rezan los principios de Kurere, “un lugar donde ayudar y buscar ayuda”.

    Testimonios como los de Maite Montón dan fuerza a quienes la hayan perdido

    Esta iniciativa hace el mapa más pequeño, acorta distancias entre quienes han encontrado fuerzas y aquellos que las buscan. “Hay personas que convivieron o están conviviendo con una enfermedad y cuya positividad, fuerza y esperanza, ayudarán, sin duda, a otras que estén en una situación similar, pero en un estado de pesimismo y falta de esperanza”.