• Los médicos del último aliento

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    Romero y Plaza han conseguido que el 96% de los pacientes mueran en casa, lejos de la fría habitación de un hospital. Fotografía: Eugenio Retamosa

    Médicos, enfermeros, auxiliares o celadores. En las casas o en los hospitales, con mayores y con niños. Asumen la parte más dura de la Medicina, la que no cura, la que acompaña en el último viaje. Unidades de Cuidados Paliativos, como la de Villarrobledo o la del Perpetuo Socorro en Albacete, son fundamentales, ya que todos los años mueren más de 3.600 personas en la provincia y ese paso, en demasiadas ocasiones, se da tras una enfermedad. La Unidad de Cuidados Paliativos de Villarrobledo ha atendido a 1.194 pacientes desde que en marzo de 2011 se incorporara a la cartera de servicios de Urgencias.

    Prestar atención y cuidados a los pacientes cuya enfermedad es incurable, proporcionarles calidad de vida, ofrecerles apoyo psicológico y espiritual, además de tratar de ayudarles a morir con dignidad, son algunas de las tareas que realizan a diario la doctora Arancha Romero y la enfermera Remedios Plaza, ‘Memes’. Lo hacen tanto con los pacientes en fase terminal que están ingresados en el Hospital General de Villarrobledo como con aquellos que se encuentran en sus domicilios.

    La encomiable labor que realiza el personal sanitario que trabaja en esta Unidad es reconocida y alabada, sobre todo, por parientes y amigos de los enfermos a los que cuidan. Prueba de ello es que los medios de comunicación provinciales han difundido algunas de las cartas de agradecimiento remitidas por familiares de personas que recibieron tratamientos de medicina paliativa en la última etapa de sus vidas.

    Precisamente el pasado mes de mayo un periódico provincial publicó la carta de uno de estos familiares que aseguraba haberse quedado impresionado al comprobar la labor desempeñada por estas “dos grandes y entrañables profesionales”.

    Los profesionales recorren hasta mil kilómetros semanales

     

    El pasado año, Cuidados Paliativos prestó atención domiciliaria a 346 pacientes. En total, se contabilizaron 3.403 consultas domiciliarias, unas 10 visitas al día en un área que comprende unos 150 kilómetros cuadrados, dando cobertura a pueblos como El Bonillo, Ossa de Montiel, Munera, Las Pedroñeras, San Clemente y Sisante, entre otros. Abarcar un área tan grande supone recorrer alrededor de 1.000 kilómetros semanales, lo que demuestra la intensa actividad desempeñada por estos profesionales.aecc

    La Unidad de Cuidados Paliativos de Villarrobledo, del Sescam, ha logrado que el 96% de los enfermos terminales atendidos hayan fallecido en sus hogares. A juicio de la doctora Romero, es un dato muy positivo ya que “es preferible que el paciente con una enfermedad incurable fallezca en su hogar, rodeado de sus familiares y seres queridos”.

    No obstante, cabe señalar que la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) remitía en mayo un comunicado de carácter nacional en el que manifestaba su preocupación por la deficiente cobertura de atención psicológica, social y de acompañamiento que reciben los enfermos al final de la vida.