• Piden avanzar en el diagnóstico de enfermedades autoinmunes

    Más de 220 médicos internistas de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) han participado en la XV Reunión del Grupo de Trabajo de Enfermedades Autoinmunes Sistémicas (EAS) de la SEMI (GEAS-SEMI). Así, han abordado las últimas novedades diagnósticas y terapéuticas en este tipo de patologías. Las EAS conforman un amplio grupo de patologías poco conocidas por la población e incluso en el ámbito médico.

    Piden avanzar en diagnóstico de enfermedades autoinmunes

    A pesar de que no se conoce su origen, se sabe que todas comparten un fallo del sistema inmune, que deja de realizar su trabajo adecuadamente (defendernos de las agresiones externas). Y pasa a producir daño en los propios tejidos y células. Así, pueden ocasionar daño a diferentes órganos como el cerebro, los riñones, los pulmones, el corazón o la vista y pueden conllevar situaciones clínicas graves con alta mortalidad.

    La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que existen más de ochenta enfermedades autoinmunes que afectan a entre el 3% y el 7% de la población occidental. De este porcentaje, se estima que el 80% de las personas que sufre alguna de estas patologías son mujeres.

    Las más frecuentes

    Además, se observa una alta prevalencia después de la pubertad en la mayoría de las pacientes, agrupándose especialmente en la edad reproductiva. Dentro de las EAS, las más frecuentes son el Síndrome de Sjögren, el Lupus Eritematoso Sistémico, la Sarcoidosis y el Síndrome Antifosfolípido. 

    El resto de EAS tienen una prevalencia inferior a 1 caso por cada 2.000 personas, por lo que son clasificadas como enfermedades raras o poco frecuentes, entre las que se incluirían entre otras la esclerosis sistémica, las miopatías inflamatorias y las vasculitis sistémicas.

    Novedades en EAS

    Los nuevos conocimientos en EAS, tanto clínicos como terapéuticos, con el desarrollo de conceptos como evaluación de la calidad de vida, morbilidad, cuantificación de daño crónico acumulado, riesgo vascular y pérdida de masa ósea, etcétera, según se puso de relieve en la reunión, “nos han enseñado que tenemos que empezar a cambiar las estrategias tanto en la valoración del paciente como en las pautas del tratamiento, con el fin último de realizar una valoración integral de la persona que padece estas enfermedades”. Así lo ha señalado el Dr. Salvador García Morillo, coordinador del Grupo de Trabajo de GEAS-SEMI.  

    Ha precisado que “cada vez son más los datos que apoyan la importancia de factores externos como el estrés, la dieta, el tabaco y el riesgo vascular, los déficits vitamínicos o las infecciones en la gravedad y pronóstico del paciente con EAS, por lo que al abordaje integral de todos estos problemas médicos desde la medicina interna asegura el continuo asistencial que precisan estos pacientes tan complejos”. 

    Novedades terapéuticas

    Respecto a las últimas novedades terapéuticas, cabe destacar “el aterrizaje definitivo de las terapias biológicas en las EAS”.

    Son terapias dirigidas a dianas moleculares específicas y están basadas en la administración exógena de diversos tipos de moléculas sintéticas, relacionadas con la respuesta inmunitaria (anticuerpos, receptores solubles, citocinas, antagonistas de citocinas, etc…). Los resultados empiezan a apuntar a la consecución de un reto terapéutico hasta ahora no logrado: el control de la actividad autoinmune de estas enfermedades sin la necesidad de usar corticoides, que han sido la base del tratamiento de las EAS en los últimos decenios pero que sus efectos adversos de su uso crónico son la causa de muchas de las complicaciones que pueden verse en el paciente autoinmune, como lo ha explicado el doctor.

    Calidad de vida en estos pacientes

    El impacto en la calidad de vida del paciente con EAS es múltiple e incluye factores de orden físico (percepción del estado general, vitalidad…), social (capacidad de mantener relaciones sociales), funcional (capacidad para realizar determinadas tareas), psicológico (cuadros asociados de ansiedad o depresión) y orgánico (afectación en ocasiones irreversibles de órganos vitales). “El alivio de los síntomas, el retraso del avance de la enfermedad crónica y las mejoras en la capacidad funcional deben ser los principales objetivos estratégicos del manejo del paciente con EAS”, incide el Dr. García Morillo.

    Ha destacado que “la colaboración estrecha con el resto de especialidades y con Atención Primaria es fundamental para el seguimiento adecuado de estos pacientes”. “La presentación compleja de estas enfermedades suele ser un reto diagnóstico considerable debido al cuadro clínico sistémico y en ocasiones poco definido que presentan los pacientes, y que ocasiona que muchos de ellos sean derivados a los Servicios de Medicina Interna ante la falta de un diagnóstico evidente”. Un mayor conocimiento de estas enfermedades por parte del internista redundará en un diagnóstico más temprano de la enfermedad y, por tanto, en la instauración de las correctas medidas terapéuticas con el menor retraso de tiempo posible.

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